Chappell Roan, la artista queer que lucha contra el trastorno bipolar II
Chappell Roan, la talentosa cantante queer que recientemente ganó el premio Grammy a Mejor Artista Nuevo, ha sido abierta sobre sus desafíos de salud mental.

La cantante que conquistó las listas de música y las redes sociales con su tema 'Good Luck, Babe!' fue una de las artistas más nominadas de la noche por lo que su nombre se volvió tendencia rápidamente.
Roan, cuyo nombre real es Kayleigh Rose Amstutz, ha hablado abiertamente sobre su diagnóstico de trastorno bipolar II, una afección que se caracteriza por episodios de depresión mayor alternados con hipomanía, un estado de euforia y energía elevada que no alcanza la intensidad de una manía completa.

El ascenso a la fama y la salud mental
La artista explicó que su creciente popularidad coincidió con un periodo de hipomanía intensa, lo que exacerbó sus síntomas.
El repentino éxito y la exposición mediática llevaron a Roan al límite de su bienestar mental, provocando episodios de ideación suicida.

“Empecé a ganar muchos seguidores cuando me volvía loca en TikTok”, confesó Roan.
“No dormía. Estaba tomando los medicamentos incorrectos. Tenía energía y delirios y me di cuenta de que esta aplicación se alimenta de una enfermedad mental. Directamente”
Chappell Roan, cantante
Fue entonces cuando decidió buscar ayuda profesional e ingresó a un programa de terapia ambulatoria, poniendo su salud mental como prioridad.
Aprender a establecer límites
Con su álbum debut 'The Rise and Fall of a Midwest Princess' alcanzando grandes niveles de streaming, Roan ha aprendido a establecer límites para proteger su bienestar.
Ha criticado a algunos de sus seguidores en TikTok por su comportamiento agresivo y acosador, denunciando el comportamiento de derecho que algunos exhiben.
“Me di cuenta de que no puedo vivir así. No puedo vivir estando tan deprimida o sintiéndome tan perdida como para querer suicidarme. Simplemente me puse las pilas”
Chappell Roan, cantante
Roan destaca la importancia de priorizar la salud mental, especialmente en la industria del entretenimiento, donde las presiones y expectativas pueden ser abrumadoras.