La clase 2023 del Salón de la Fama del Rock & Roll parece estar perfectamente equilibrada, tanto estilística como demográficamente. Este año, no se encuentran clásicos del rock, a menos que se cuente a Bernie Taupin, letrista de Elton John, y a Al Kooper, tecladista, quienes fueron incluidos debido a su 'Excelencia Musical'. Además, tres de los siete principales inductees son mujeres, un porcentaje inusualmente alto para el Salón de la Fama. Una de ellas es Kate Bush, un acto que alguna vez parecía demasiado inglés y excéntrico para una institución tan arraigada en la música estadounidense de blues.
Bush ha estado en los titulares más que cualquiera de sus compañeros del Salón de la Fama del Rock durante el último año gracias a su sencillo de 1985 'Running Up That Hill (A Deal With God)', que experimentó un gran revival debido a su inclusión en Stranger Things. Mientras el éxito de 'Running Up That Hill' es bienvenido, esa canción apenas raspa la superficie de la rica discografía de Bush. De manera similar, los demás incluidos en el Salón de la Fama del Rock en 2023 tienen discografías intimidantes que pueden intimidar a los neófitos, como es el caso de Willie Nelson, quien tiene cientos de álbumes en su haber. Con la inducción de la clase 2023 del Salón de la Fama del Rock que tendrá lugar el 3 de noviembre y se transmitirá en vivo en Disney+, hemos recopilado los álbumes que muestran a los inductados de este año en su mejor momento, las colecciones que claramente demuestran por qué estos artistas han sido incluidos en el Salón de la Fama del Rock & Roll.
Tan denso como emocionante, The Dreaming llegó cuatro álbumes después del debut de Kate Bush en 1978, The Kick Inside, que estableció su habilidad para conjurar mundos de fantasía precisamente representados. Mientras que The Kick Inside flota en una brisa cálida, The Dreaming se precipita hacia una pesadilla, un lugar donde lo familiar parece alienante y los extraños sonidos brindan cierta medida de confort. Ese desequilibrio único es central en el atractivo de Bush, generalmente subyaciendo épicos más suaves y sensuales, pero aquí se destila a su esencia. Tal vez sea un gusto adquirido, pero su intensidad puede ser intoxicante.