En el corazón del barrio porteño de Mataderos, que respira tradición y tango, se encuentra un rincón que resiste el paso del tiempo: el Bar 9 de Julio. Inaugurado en 1949, este lugar es mucho más que un espacio gastronómico: es un testimonio vivo de los años dorados del tango y del espíritu cultural que marcó una época en Buenos Aires.

Un testigo de la historia del tango

Originalmente ubicado en una esquina, el 9 de Julio mudó su sede en 1969 a pocos metros del solar original, en la calle Larrazábal. Desde entonces, este emblemático bar ha sido testigo de momentos memorables, incluido el día de su reinauguración, que contó con la presencia de Floreal Ruiz, conocido como "el Tata".

Ruiz, vecino ilustre del barrio y una de las voces más destacadas del tango, tenía un vínculo especial con este lugar. Se cuenta que solía detenerse allí para tomar un café antes de subirse al tranvía que lo llevaba a sus presentaciones en Radio El Mundo. Hoy, su nombre, fileteado con arte, adorna una de las paredes del bar, recordando su legado.

Un punto de encuentro para artistas y vecinos

Por las mesas del 9 de Julio han pasado figuras icónicas de la música, el arte y el deporte, como Alberto Castillo, “el cantor de los 100 barrios porteños”, y el escultor italiano Orio Dal Porto. También se recuerda la presencia de Rodolfo Motta, exfutbolista, entre otros grandes nombres.

Este rincón de Mataderos se ha convertido en un punto de encuentro para artistas y vecinos, consolidándose como un epicentro de la cultura barrial. El interior del bar es un homenaje a Mataderos, barrio de tango, como reza un panel fileteado que preside el salón. A los lados de este trabajo artesanal, las imágenes de Carlos Gardel y Justo Suárez, "el torito de Mataderos", evocan la esencia porteña que caracteriza al lugar.

Un sitio de interés cultural

Fotografías, placas, poemas y pinturas donadas por artistas del barrio decoran las paredes, reforzando su condición de Sitio de Interés Cultural, otorgado por la Legislatura porteña. Fiel a sus raíces, el 9 de Julio mantiene intacto su aspecto original, respetando la tradición porteña. Acá, los visitantes disfrutan de las clásicas pizzas acompañadas de una cerveza bien fría, mientras el eco del tango llena el ambiente.

El Bar 9 de Julio se encuentra en Av. Larrazábal 1276, en pleno corazón de Mataderos. Un lugar ideal para quienes buscan conectarse con la historia porteña y disfrutar de una experiencia auténtica.

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