El agotador éxito de 'El juego del calamar 2': "Perdí varios dientes en los rodajes"

Un rodaje estresante

El nivel de presión fue similar en la segunda temporada, con el vértigo añadido de superar las expectativas generadas por el éxito de la primera entrega. "Es agotador, mental y también físicamente, pero intento no pensar en ello sólo en términos negativos, y usarlo como catalizador de una energía con la que trato de sacar lo mejor de mí mismo", dice Hwang.

Una crítica al capitalismo

La segunda temporada introduce un cambio en la mecánica de los juegos: al final de cada uno, los concursantes pueden votar para detener la masacre. Este giro sirve para reflexionar sobre la creciente polarización de un mundo dividido por clases, nacionalidades, géneros o religiones, según el director.

Inspiración en la historia de Corea

Hwang atribuye el éxito de sus series a su capacidad para conectar con el público coreano. "La Guerra de Corea tuvo lugar de 1950 a 1953 y en sólo cuatro o cinco décadas nos levantamos de nuestras cenizas y nos convertimos en una de las economías más fuertes del mundo. Para conseguirlo hicimos muchos sacrificios y experimentamos mucho caos y conflicto", explica.

"Algunos creadores, incluida la reciente ganadora del Nobel Han Kang, recogemos ese dolor y esas contradicciones de la sociedad coreana para explorarlas en nuestro trabajo", añade.

Próximos proyectos

Pero por ahora, Hwang quiere descansar. "Estoy aún muy cansado. Quemadísimo, no tengo espacio mental para pensar en lo siguiente", dice. "Primero quiero ver las reacciones del público a esta serie y luego me quiero ir a descansar un tiempo a una isla remota".