El niño del pozo: una escalofriante leyenda de terror para Halloween

En el tranquilo pueblo de Ciudad Madero, Tamaulipas, se encuentra un lugar que pocas personas se atreven a visitar durante la noche: un pequeño terreno baldío donde vivió un niño cuyo trágico final dio origen a una de las leyendas más aterradoras de la región.

La desaparición de Juanito

Hace más de cincuenta años, en una humilde casa rodeada de vegetación, vivía una familia con un pequeño de siete años llamado Juanito. Conocido por su alegría y curiosidad incontrolable, Juanito desapareció misteriosamente una tarde de octubre mientras jugaba solo en el patio.

La búsqueda desesperada de sus padres duró días, hasta que un vecino sugirió revisar un antiguo pozo cubierto con una tapa de madera podrida. Los peores temores se hicieron realidad cuando el cuerpo del niño fue hallado en el fondo, su rostro desfigurado y sus manos arañadas.

El espíritu del niño

Desde entonces, la familia abandonó la casa y el lugar quedó desierto. Sin embargo, los nuevos vecinos comenzaron a experimentar extraños sucesos: una voz infantil llamando sus nombres, pasos corriendo en el patio y un llanto profundo proveniente de la tierra.

Quienes se atreven a acercarse al pozo aseguran que pueden ver una figura borrosa moviéndose en su interior. Se rumorea que Juanito nunca abandonó el lugar y que su espíritu aparece cada octubre, en las noches de luna llena, buscando compañía.

Advertencia

Dicen que aquellos que responden a sus llamados o se asoman demasiado al pozo desaparecen o quedan traumatizados. La curiosidad, después de todo, fue la que condenó a Juanito.

Si decides aventurarte en busca del Niño del Pozo, no olvides llevar compañía. Pero recuerda: si escuchas un leve susurro o un suave llanto proveniente de la tierra, quizás sea mejor no responder.