El príncipe Enrique de Inglaterra, de 40 años, se enfrenta desde este martes 21 de enero a un juicio de entre 8 y 10 semanas contra News Group Newspapers (NGN), la filial británica del imperio del magnate estadounidense Rupert Murdoch, de 93 años, al que acusa de recurrir en el pasado a prácticas ilegales para conseguir exclusivas informativas sobre él.
El inicio de un juicio histórico
Enrique, hijo menor del rey Carlos III y la fallecida princesa Diana, es, junto con el parlamentario laborista Tom Watson, el único demandante que queda en este caso tras llegar a acuerdos extrajudiciales unas 1.300 personas, incluido el actor Hugh Grant, para evitar la astronómica factura legal del proceso.
El equipo legal de Enrique ha señalado en documentos legales previos que su hermano, el heredero al trono, cerró su propio caso contra NGN por una gran cantidad de dinero.
Se prevé que el duque de Sussex, que vive en California con su familia desde hace más de cuatro años tras abandonar su papel en la familia real británica, testifique en persona durante el juicio, que se celebra en Londres.
Una batalla legal por la verdad
Según medios como People, Enrique no estará presente en el primer día del proceso y esperará hasta febrero para viajar a Londres y comparecer ante el tribunal. También rechazó una oferta para alojarse en el palacio de Buckingham durante su estancia en la capital británica.
El juicio se produce después de que, en vistas preliminares, el juez Timothy Fancourt accediera a estudiar como posibles infracciones una treintena de artículos presentados por los demandantes, publicados por The Sun y el ya clausurado News of the World, ambos parte del grupo de Murdoch, entre 1996 y 2011.
En las audiencias previas, el magistrado dictaminó que las alegaciones de Enrique sobre escuchas telefónicas ilegales habían prescrito, pero sí podían examinarse sus acusaciones de otras ilegalidades, a veces llevadas a cabo a través de detectives privados, y que la directiva había encubierto.
NGN se defiende
NGN volverá a alegar tanto en el caso de Watson como en el de Enrique de Inglaterra que algunos de los cargos han prescrito, según ha adelantado en un comunicado, y rebatirá artículo por artículo que haya indicios o pruebas de que se cometieron los supuestos delitos.
También afirma que presentará testigos que refutarán que hubiera un encubrimiento a nivel corporativo. Entre los directivos señalados por presuntamente destruir información incriminatoria están Rebekah Brooks, antigua directora de The Sun y The News of the World y aún ejecutiva en la empresa, y Will Lewis, actualmente consejero delegado de The Washington Post.
Testigos de renombre
Además de Enrique de Inglaterra, los testigos que serán llamados por su equipo incluyen al ex primer ministro británico Gordon Brown, los actores Hugh Grant y Sienna Miller, la cantante Lily Allen y Heather Mills, exesposa de Paul McCartney.
Sin embargo, Enrique y Watson se arriesgan a que, incluso si ganan el juicio, la cantidad que el juez les adjudique por daños y perjuicios sea inferior a la ofrecida por la compañía para llegar a un acuerdo extrajudicial, lo que conllevaría que tendrían que sufragar las millonarias costas legales de ambas partes.
Aun así, el duque de Sussex explicó en diciembre, en un evento organizado por The New York Times, que deseaba seguir adelante a pesar del alto coste porque no busca dinero sino la verdad y la rendición de cuentas de la prensa sensacionalista británica.
Un precedente histórico
Murdoch cerró en 2011 el periódico News of the World tras 168 años de historia después de que el medio admitiera prácticas ilegales atribuidas a personas concretas. Este proceso llevó al encarcelamiento en 2014 del director, Andy Coulson, y a la absolución de la entonces consejera delegada, Rebekah Brooks.
Antes del juicio que ahora empieza, Enrique ya ganó a principios de 2024 otro caso similar contra el Grupo Mirror, por el que recibió una indemnización de 140.600 libras (unos 165.000 euros) más otra cifra mayor acordada entre las partes por las escuchas al buzón de voz de su móvil entre 2003 y 2009.
Entre los testigos que van a comparecer esta vez o que ya han testificado a favor de los demandantes están el ex primer ministro Gordon Brown, los actores Hugh Grant y Sienna Miller, la cantante Lily Allen y Heather Mills, exesposa de Paul McCartney.