El Principito renace en el Teatro Colón

El clásico cuento de Antoine de Saint-Exupéry, El Principito, ha vuelto a cobrar vida en el Teatro Colón de Buenos Aires en un espectáculo tecnológico y deslumbrante.

El legendario cantautor Juan Carlos Baglietto, que ya interpretó al aviador en la versión anterior de la obra, vuelve a encarnar el papel principal, acompañado por sus hijos Joaquín y Julián, que interpretan al hombre de negocios y se encargan de la dirección musical, respectivamente.

Una puesta en escena espectacular

El espectáculo está dirigido por Eduardo Gondell, el mismo responsable de la versión anterior, y cuenta con una puesta en escena espectacular que hace hincapié en la parafernalia tecnológica y los elementos que actualizan el clásico.

El espectáculo comienza con un relato en off que introduce la historia con bellas imágenes proyectadas en una imponente pantalla LED Ultra HD de 14 metros de largo, nunca antes montada para un espectáculo en el Colón.

El diseño de los audiovisuales, a cargo de Juan Manuel Ripari, es uno de los puntos fuertes del espectáculo, que también cuenta con una escenografía de Mariano Maldini y un vestuario de Alejandra Robotti que aportan arte y preciosismo a la puesta en escena.

Interpretaciones magistrales

Las voces de Baglietto y Florencia Otero como la serpiente son las más destacadas en cuanto a interpretaciones, situándolos por encima del resto del elenco, todos ellos con su momento de lucimiento.

El rapero Zaina protagoniza una suerte de batalla de freestyle para encarnar al Vanidoso, a quien se ha reinventado como un influencer rodeado de aros de LED y celulares.

El Principito está encarnado por el debutante Luis Rodríguez Echeverría, en un papel que resuelve con correcta solvencia, mientras que Valentina Podio interpreta a la Flor.

Los momentos de humor llegan con Carlos March como el Bebedor y Roberto Catarineu como el Zorro, y Walas, el líder de Massacre, encarna al Rey, al frente de súbditos que obedecen como máquinas.

Una obra que invita a reflexionar

El Principito es una apuesta de alto impacto, con una leyenda de la música como Baglietto y un cuento que valora la maravilla de la naturaleza y se pregunta por cuestiones que hoy más que nunca parecen fagocitadas por las pantallas y las redes sociales, invitándonos a recuperar los sentimientos y lo invisible a los ojos.

Valores destacados