Las impactantes revelaciones sobre el consumo excesivo de alcohol de Paco Stanley y Mario Bezares
El mundo del espectáculo mexicano ha sido sacudido por las recientes declaraciones de Mario Bezares, ex compañero de Paco Stanley, sobre su desenfrenado consumo de alcohol. En una entrevista con Yordi Rosado, Bezares reveló que él y Stanley bebían hasta 18 horas al día durante un periodo de aproximadamente seis o siete años.
Los inicios de un hábito peligroso
Según Bezares, su afición al alcohol comenzó cuando Stanley empezó a destacar en la televisión mexicana. Para celebrar su éxito, ambos empezaron a tomar grandes cantidades de alcohol, pero no en bares o fiestas, sino en la propia oficina.
"No hacíamos fiesta, nos quedábamos en la oficina. No éramos fiesteros de rumba, éramos unas personas que hacíamos oficina pero nos quedábamos 18 o 20 horas chupando en la oficina. (…) ¡Hasta el pulso nos tomábamos!", aseguró Bezares.
Una rutina de consumo excesivo
Bezares describió un "día normal" en la vida de Stanley y él, que comenzaba con dos cervezas en el desayuno. A mediodía, tomaban 12 tragos durante la comida, entre ellos cerveza, vodka y anís. Después de comer, regresaban a la oficina "entonados", y Stanley llamaba para que les tuvieran listas botellas de whisky, ron, tequila, coñac y vodka.
"Paco hablaba a la oficina y decía: ‘A ver, una de etiqueta negra, whisky un Appleton dorado, tequila para Mario, Herradura, reposado; un coñac, sí, Medaillon, y un Wyborowa’. (…) Yo me reventaba la botella de tequila, él se reventaba su botella de whisky solo, y luego empezábamos a ’campechanear’ el Appleton, el Wyborowa y terminábamos con el coñac", compartió Bezares.
Las consecuencias del exceso
El consumo excesivo de alcohol tuvo un impacto evidente en la vida de Stanley y Bezares. Ambos sufrían de resacas constantes y su rendimiento laboral se veía afectado. Además, Stanley desarrolló problemas de salud, como cirrosis hepática, que finalmente contribuyeron a su trágico asesinato en 1999.
Las revelaciones de Bezares han generado una nueva ola de interés en el caso de Paco Stanley, un recordatorio del peligro del consumo excesivo de alcohol y sus devastadoras consecuencias.