Muere el maestro del surrealismo, David Lynch, a los 78 años

El maestro de lo extraño, lo onírico y lo inquietante, el icónico cineasta David Lynch, ha fallecido a la edad de 78 años. Su familia anunció su muerte a través de las redes sociales, sumiendo al mundo del cine y a sus seguidores en una profunda consternación.

Con gran pesar, nosotros, su familia, anunciamos la muerte del hombre y del artista, David Lynch. Apreciaríamos la privacidad en estos momentos. Hay un gran hoyo en el mundo ahora que él ya no está más con nosotros. Pero, como habría dicho él: 'Mantén el ojo en la dona y no en el agujero”, menciona la publicación en la red social.

Lynch, nacido en Montana en 1946, saltó a la fama con su ópera prima, Eraserhead (1977), una inquietante y surrealista exploración de la paternidad y la locura. A lo largo de su prolífica carrera, dirigió clásicos como Blue Velvet (1986), Mulholland Drive (2001) y la serie de culto Twin Peaks.

Sus películas se caracterizaron por su atmósfera de ensueño, sus imágenes inquietantes y su exploración de los aspectos más oscuros de la psique humana. Lynch puso un rostro al mal en personajes como Frank Booth (Blue Velvet), el hombre misterioso (Lost Highway) y Marietta Fortune (Wild at Heart), desafiando las normas y desdibujando los límites entre la realidad y la fantasía.

El maestro de lo surreal

Lynch fue un maestro del surrealismo, influenciado por Luis Buñuel y otros cineastas de vanguardia. Su obra se adentró en los reinos de lo paranormal, lo grotesco y lo inexplicable, creando mundos oníricos y extraños que atrajeron a audiencias de todo el mundo.

Además de su trabajo en el cine, Lynch también fue pintor, fotógrafo y músico. Su arte visual era tan inquietante y provocativo como sus películas, explorando temas similares de identidad, alienación y la naturaleza oscura de la humanidad.

Legado imborrable

El legado de David Lynch es profundo e innegable. Sus películas han influido en generaciones de cineastas y artistas, y su impacto en la cultura popular es inmenso. Su muerte es una gran pérdida para el mundo del arte y el entretenimiento, pero su obra maestra seguirá inspirando y cautivando a las audiencias durante muchos años más.