Desde el momento en que Raygun pisó el escenario en París, las redes sociales se inundaron de comentarios y críticas. Su actuación, que incluyó movimientos inusuales como saltos de canguro y desplazamientos sobre las rodillas, rápidamente se convirtió en un fenómeno viral. Los videos de su performance circulan incesantemente en plataformas como TikTok e Instagram, acumulando millones de vistas y comentarios, muchos de los cuales cuestionan su habilidad para competir a nivel olímpico.

El resultado no fue favorable para la australiana, quien se despidió de la competición con un combinado de 54-0 en sus enfrentamientos contra representantes de Estados Unidos, Francia y Lituania. Este desempeño, sumado a su estilo poco convencional, generó una oleada de memes y comentarios sarcásticos que no han dejado de aparecer en los feeds de los usuarios.

En Australia, la actuación de Raygun ha dividido al público y a las autoridades. Mientras que algunos defienden su participación, otros critican su interpretación del breakdance, argumentando que su estilo no representa fielmente la esencia de este arte urbano.

La Federación Australiana de Breakdance, AusBreaking, emitió un comunicado en defensa de Raygun, afirmando que su clasificación para los Juegos Olímpicos se realizó siguiendo las normas de la Federación Mundial de Danza Deportiva y del Comité Olímpico Internacional. “Condenamos el acoso y la intimidación global en internet contra Raygun. La presión para actuar en el escenario olímpico es inmensa, especialmente contra los rivales de su grupo particular. Nos solidarizamos con Raygun”, declararon desde AusBreaking.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, también salió en defensa de la deportista, destacando la importancia de participar y representar a su país en un evento de tal magnitud. “Los Juegos Olímpicos consisten en participar, intentarlo, hacerlo lo mejor posible y representar a tu país. Ella hizo todo eso. Creo que algunas de las críticas que ha recibido han sido injustas”, comentó Albanese en una conferencia de prensa reciente.

Sin embargo, no todos han mostrado apoyo hacia Raygun. Malik Dixon, un representante de la comunidad afroamericana en Australia, expresó su descontento en una entrevista con la cadena ABC, donde acusó a Raygun de trivializar la cultura del hip-hop. Según Dixon, la actuación de Raygun parecía “una burla a un baile que es un capital cultural de la comunidad afroamericana”, y cuestionó si la australiana comprendía realmente la importancia de estar en los Juegos Olímpicos representando al breakdance.

El breakdance hizo su debut olímpico en París 2024, un hecho histórico que marcó la entrada de esta forma de arte urbano en la esfera del deporte de élite. A diferencia de otros deportes, el breakdance no tiene estándares marcados, lo que ofrece a los competidores un gran espacio para la improvisación y la innovación. Sin embargo, este mismo factor ha abierto la puerta a debates sobre qué define una buena actuación en este contexto.

Raygun, quien también participó en los campeonatos mundiales de breakdance en 2021, 2022 y 2023, y ganó el campeonato de Oceanía el año pasado, se ha defendido ante las críticas, argumentando que su estilo es una expresión personal y artística dentro de las reglas del deporte.