Galilea Montijo confiesa haber pensado en quitarse la vida

En una reciente entrevista, Galilea Montijo reveló que en una etapa de su vida contempló la posibilidad de acabar con su vida debido a una serie de circunstancias dolorosas y tristes que estaba atravesando.

Una etapa de oscuridad

Montijo, quien es conocida por su carisma y alegría, sorprendió al público al compartir que experimentó un momento muy difícil en su vida. La presentadora relató que llegó a sentirse abrumada por el dolor y la tristeza, lo que la llevó a considerar el suicidio como una opción.

"Venía de una racha tan dolorosa, me pasaron tantas cosas con mucho dolor, con mucha tristeza, que llegó un momento y llegó un punto donde dije: 'wey, ya bajo de este tren llamado vida, me quiero ir a la fregada, no sé dónde, pero me bajo en la siguiente esquina'", comentó Montijo en el programa 'Netas Divinas'.

La presentadora explicó que se sentía incapaz de afrontar sus problemas y que había perdido toda esperanza. Sin embargo, enfatizó que con el tiempo y el apoyo de sus seres queridos, pudo superar ese momento tan oscuro.

Aprendiendo a soltar

Montijo compartió que el proceso de recuperación implicó aprender a soltar, dejarse llevar y no enojarse ante las circunstancias adversas. Destacó que no es fácil cambiar de perspectiva cuando se está en medio de una crisis, pero que es esencial para encontrar la paz y la felicidad.

"Entonces aprendí, por eso les decía hace casi ya dos años, aprendí a soltar, a dejarme llevar, a no encabronarme, como dices tú, no todo mundo puede pensar como tú, si te está llevando la fregada, aprender ese proceso, que es fácil decirlo ya cuando pasó, y ¿qué creen?, que la vida sí se hace más liviana, dejarte llevar, vívelo", aconsejó.

La presentadora se mostró agradecida por haber salido adelante y destacó la importancia de pedir ayuda cuando se está pasando por un momento difícil.

Las declaraciones de Galilea Montijo han generado reacciones de apoyo y admiración por su valentía al compartir su experiencia. Su historia sirve como un recordatorio de que nadie está exento de enfrentar desafíos emocionales y que siempre hay esperanza, incluso en los momentos más oscuros.