Gladiador II: ¿Cómo eran realmente las luchas de los gladiadores?

La secuela de Gladiador trae impresionantes escenas que rebasan la realidad, sin embargo no son del todo ficción.

Las batallas en el Coliseo

Bajo las órdenes del emperador Tito, en el año 80 d.C., se inauguró el gran Coliseo de Roma. Capaz de albergar hasta 50 mil espectadores, fue la cuna de feroces enfrentamientos entre hombres y bestias, que tenían como propósito morir y para entretener al pueblo, recuérdese panem et circenses, (pan y circo).

Según el senador de la antigua Roma, Calpurnius Flaccus, la condición en la que vivían estos luchadores era deplorable pues “No hay condición más mala entre el pueblo que la del gladiador”, escribió el también gobernador.

A diferencia de lo que podemos apreciar en las producciones de Ridley Scott, los gladiadores no eran en su totalidad esclavos, pues había algunas personas libres que escogían la vida y el prestigio de esa manera. Vivían en una escuela de formación llamada ludus y se consideraban propiedad del dueño de la escuela, nombrado lanista.

Después de cierto tiempo, algunos -los más habilidosos y populares-, podían pagar su libertad con el dinero que habían ganado por las batallas. Sin embargo, esto era muy poco probable, puesto que la esperanza de vida para ellos era muy reducida. Si no morían en combate, era probable que perecieran por alguna herida infectada o por deseo del público, puesto que este tenía la última palabra sobre la vida o la muerte de estos luchadores, recordaran la escena de la primera cinta donde la muchedumbre clama por la vida de Máximo, sin importar que el Cesar quiera lo contrario.

Los animales en el Coliseo

Un artículo de National Geographic reveló que, el espectáculo comenzaba en la mañana con una exhibición matutina de animales salvajes. A menudo, eran exóticos y muchas veces eran desconocidos para la mayor parte del público. Incluso, algunos ejemplares estaban amaestrados y podían representar complejas coreografías y acrobacias inimaginables.

Entre los animales que se presentaron y eran usualmente traídos desde Egipto, se encontraban los hipopótamos y cocodrilos, el mismo Julio César mostró la primera jirafa en la arena. Pompeyo trajo rinocerontes (como se aprecia en el tráiler de Gladiador II), que fueron descritos como jabalíes con cuernos.

Los combates entre estas fieras eran una parte sumamente atrayente, puesto que podían lanzar a la batalla simultáneamente a un elefante y un toro, un rinoceronte y un oso, un tigre y un león, o grupos de animales de una misma especie. Sin embargo, la acción de los animales no era siempre la esperada, en muchas ocasiones los ejemplares no podían ni siquiera salir de sus jaulas debido a que algunos se asustaban por la algarabía de las gradas, y otros se encontraban disminuidos por la prolongada cautividad o por enfermedades y heridas causadas en anteriores batallas.

Las naumaquias

Una escena inolvidable de esta nueva cinta, es en la que se aprecia un Coliseo Romano inundado que da lugar a una sangrienta batalla con navíos.

El historiador Francesc Cervera, relata que en el año 80d.C., el emperador Tito ordenó llenar la arena del Coliseo con agua y, mandó a librar un feroz combate entre naves de menor calado y tamaño a las usadas para invasiones, tripuladas por gladiadores y condenados a muerte, principalmente.

El emperador solía prometer la libertad si luchaban bien, por lo cual las naumaquias eran un evento sinigual por el nivel de violencia que desataban.