El grotesco "Intemperie" reversiona a Discépolo en el Teatro Beckett
Romina Oslé, autora y directora de la obra, dialoga sobre su interés en Discépolo, los personajes grotescos y el tiempo del absurdo
El grotesco "Intemperie, o el mundo a través de las flores" se presenta los jueves en el Teatro Beckett, versionando "Stéfano y Mateo" de Armando Discépolo. Romina Oslé, autora y directora de la obra, dialoga sobre su interés en Discépolo, los personajes grotescos y el tiempo del absurdo.
"Vengo explorando obras con una teatralidad exacerbada y a veces ese signo de la forma se pone por sobre el contenido", explica Oslé. "Entonces armé un grupo al que le interesaba explorar el grotesco como surge en Italia y terminamos llegando a Discépolo. Nos atraviesan sus temas y tiene una teatralidad exultante, además de una lupa maravillosa y construir poesía. Nos ofrece un territorio super lúdico de gran belleza. Es político y social, que se circunscribe a su época pero que Discépolo volvió poesía. Era un autor comprometido con la realidad"
Los personajes grotescos y el tiempo del absurdo
Oslé destaca las características del absurdo y del grotesco presentes en la obra: "Aparecen características del absurdo y del grotesco porque si bien son poetas que surgen en la misma época en torno a la Guerra Mundial. Empezamos trabajando la forma del grotesco en los cuerpos de personajes monstruosos mitad animal, mitad muñeco, se les borran los bordes, aparece un cuerpo roto por las circunstancias. En esta tragedia convive la comedia con lo fantoche y payasesco. Esos cuerpos mutaron en personajes que no estaban en ningún tiempo ni lugar específico lo que pasa a ser una característica del absurdo. Lugares y tiempos relativos que dejan expuesto lo absurdo y la incertidumbre de la existencia."
Los temas de la obra
La autora y directora también detalla los temas que aborda la obra: "La muerte, real y simbólica, de los cuerpos y los sueños, las ilusiones, los deseos. Al ser una familia que vive a la intemperie aparece la pobreza, el hambre, el deseo de salir de ahí, de cumplir una ilusión. El deseo del boxeo para salvar a la familia, la música como arte, la tragedia de la existencia y la belleza de lo pequeño. Los temas oscilan entre lo mundano y lo filosófico, entre lo trágico y lo absurdo, entre el grotesco y lo poético."
La reversión del clásico
Oslé explica cómo resignificó el clásico de Discépolo: "Nada de lo que termina sucediendo fue previsto, surge de la investigación de una poética que invita a un juego constante. Nos fuimos encontrando en determinado territorio y la obra clásica por definición nos encontró y se volvió vigente. Los clásicos lo son porque hay algo de universal que atraviesa épocas. Este es un momento voraz con la mitad de la Argentina en la indigencia de modo tal que "Intemperie" toma una magnitud que no tenía hace dos años. Las obras clásicas resuenan con el presente, nos hablan de nosotros y de nuestro tiempo."
La pregunta por el tiempo cíclico
La directora reflexiona sobre la pregunta por el tiempo cíclico presente en la obra: "Cuando descubrimos que estos personajes vivían a la intemperie, una característica de los personajes grotescos es que viven hacinados, acá terminan estando apiñados en una carreta pero sin techo. Vivir al aire libre trae un tiempo cíclico en el transcurrir de las estaciones del año. Pasamos del frío al calor, tormentas, vientos, y se repiten. La vida avanza en un sinsentido."
La puesta en escena y las áreas artísticas
Oslé describe los aspectos técnicos de la puesta en escena: "Los signos escénicos tienen una presencia potente y arman el entramado que extrema la belleza. El objeto carreta o vestuario atemporal aparecen por decantación pero hay otros como la luz o el sonido que están pensadas para generar cuadros escénicos constantes con belleza en imágenes. Hay música en vivo con el músico que toca el violín, teclado, acordeón, materiales de descarte, y con esa música potencia la obra. Hay desde el sonido una inundación y lluvia. Todos estos signos escénicos generan una partitura. Cuerpos, voces, respiraciones, mirada y sonidos buscan generar un entramado preciso."
Hacer teatro independiente: entre lo difícil y lo hermoso
La autora y directora comparte su experiencia en el teatro independiente: "Difícil y hermoso, que implica sostener la vida con otros trabajos y conservar lo colectivo inherente al teatro independiente. Sostener se vuelve cuesta arriba y a veces se llega a esta actividad con el resto de lo que deja la vida diaria. Pero a la vez es hermoso porque por algo lo seguimos haciendo, esto que tanto nos lleva, cuando sucede es inexplicable."
El estado del teatro y la cultura hoy
Oslé expresa su preocupación por el estado actual del teatro y la cultura: "No hay posibilidades de recuperar lo que se invierte y hacer algo de calidad se complica. El Gobierno genera políticas para reducirnos, volvernos el hacer imposible. Cuando uno llega a salas que tienen la soga al cuello por lo que tienen que afrontar a nivel gastos, se está volviendo un sálvese quien pueda, y no tenemos esa comunión de antes. Atacan por todos los frentes. Se borran las políticas públicas, sin ayudas que faciliten el hacer en detrimento de la cultura. Todo queda relegado a una periferia hasta que se caiga pero hay resistencia."
Personajes
- Romina Oslé
- Armando Discépolo