«La Vis Cómica»: Un espejo de la relación entre el arte y el poder según Mauricio Kartun

La aclamada obra «La Vis Cómica», escrita y dirigida por Mauricio Kartun, está regresando a los escenarios por sexta temporada consecutiva. La pieza, que se presenta los sábados a las 19.30 en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, cuenta con las actuaciones de Horacio Roca, Luis Campos, Cutuli y Stella Galazzi. Pero, ¿qué hace que esta obra siga resonando con el público después de tantas representaciones? Kartun nos ofrece una mirada profunda sobre el papel del artista en la sociedad y su relación, a veces conflictiva, con el poder.

El eterno dilema del artista: Autonomía versus Dependencia

Según Carolina Liponetzky (https://www.ambito.com), Kartun reflexiona sobre «el eterno riesgo del artista: acercarse al poder y abrigarse a su calor, aun sabiendo que en algún momento te incendia». El director teatral plantea una cuestión central: ¿cómo mantener la integridad artística en un contexto donde el poder, independientemente de su signo político, busca instrumentalizar a los creadores? Kartun subraya que la dignidad del artista reside en preservar su autonomía, aunque reconoce que, como ciudadanos, tienen derecho a adherir a las ideas del partido gobernante.

El autor está convencido de que el público se siente cautivado por la temática: «La obra habla del artista que con tal de figurar se pone al servicio del poder de turno, y eso es un fenómeno que percibe mejor a veces el espectador que el propio medio artístico», dice Kartun.

Un contexto actual que resignifica la obra

La obra, ambientada en la Buenos Aires colonial, explora la tensión entre la creatividad y las presiones externas. Kartun explica que la idea original surgió de una invitación del Centro Cultural de España en Buenos Aires para adaptar una de las novelas ejemplares de Cervantes. Sin embargo, el proyecto evolucionó hasta convertirse en una reflexión sobre el «artista colaboracionista, el que entrega su dignidad estética a cambio de prebendas» (Liponetzky, https://www.ambito.com).

A lo largo de los años, «La Vis Cómica» ha ido cobrando nuevos significados. Kartun destaca cómo ciertos textos que antes pasaban desapercibidos ahora resuenan con fuerza en el contexto actual, gracias a la capacidad de las metáforas para conectar con la realidad de maneras inesperadas. Este fenómeno, según el dramaturgo, es particularmente notable en Argentina, donde los cambios políticos y sociales constantes generan nuevas interpretaciones de la obra.

Un éxito sostenido gracias al trabajo en equipo y la calidad actoral

Kartun atribuye el éxito de «La Vis Cómica» a varios factores. En primer lugar, destaca el esfuerzo constante del equipo para mantener la obra vigente, complementando las funciones con giras y un trabajo de postproducción continuo. También subraya la importancia del modelo cooperativo en el que se basa la producción, donde cada miembro contribuye activamente al sostenimiento de la obra. Sin embargo, Kartun reconoce que el factor determinante es la calidad e intensidad del trabajo actoral: «hay algo intrínseco al espectáculo que crea la energía de su supervivencia: la calidad e intensidad de sus trabajos actorales».

Proyección internacional: Rumbo al Festival Iberoamericano del Siglo de Oro

Un hito importante en la trayectoria de «La Vis Cómica» es su participación en el Festival Iberoamericano del Siglo de Oro de la Comunidad de Madrid, donde representará a Argentina. Esta invitación, según Kartun, es un motivo de «alegría y un orgullo muy grande», y representa un reconocimiento a la calidad y relevancia de la obra en el contexto del teatro clásico español.

Más allá de la parodia: Un homenaje al Siglo de Oro y una reflexión sobre el presente

Aunque «La Vis Cómica» incluye elementos de parodia y farsa, también es un claro homenaje al Siglo de Oro español. Kartun explica que la obra trasciende el ámbito teatral para ofrecer una reflexión profunda sobre la condición del artista en la sociedad contemporánea, especialmente en un contexto donde la presión política y económica puede comprometer la integridad creativa.

En definitiva, «La Vis Cómica» es mucho más que una obra de teatro. Es un espejo que refleja las tensiones y contradicciones del mundo del arte, invitando al público a reflexionar sobre el papel del artista en la construcción de una sociedad más libre y justa.

“Buena parte de nuestro público es repetidor. La han visto tres, cuatro veces. ¿Qué película has visto cuatro veces en poco tiempo y pagando la entrada cada vez? El público se repite porque el gran atractivo está en esas actuaciones, que garantizan que cada nueva función será una nueva experiencia”, dice Mauricio Kartun