La Feria del Libro de Valencia cierra sus puertas con récord de ventas y asistencia
La 59ª edición de la Feria del Libro de Valencia ha cerrado sus puertas este domingo con un balance más que positivo: récord de ventas y asistencia, y el fenómeno fan como gran protagonista.
Un éxito rotundo
Las colas kilométricas para conseguir ejemplares firmados por los autores, las actividades que se prolongaban hasta bien entrada la noche y los títulos agotados que hubo que reponer a mitad de certamen son algunas de las muestras del éxito de esta edición.
El director del certamen, Manolo Gil, atribuye este éxito a una acertada oferta literaria, a la programación de actividades y a la visita de numerosos autores. Además, Gil ironiza con que existe otro motivo, sociológico, por el que a la gente le gusta pasear por las abarrotadas calles de los jardines de Viveros y convertirlas en un punto de encuentro.
Según los cálculos de la organización, más de un millón de personas han pasado por la feria desde su apertura, el 25 de abril. Pero la convocatoria no solo ha registrado récords en asistencia sino también en ventas.
El fenómeno fan, clave del éxito
Según Manolo Gil, el fenómeno fan ha sido clave en el éxito de esta edición. La literatura juvenil, sobre todo las novelas románticas, ya demostraron hace dos años el gran público que se moviliza para conocer y comprar la obra de sus autores favoritos.
No en vano, las personas entre 14 y 24 años son quienes más leen según el último barómetro de hábitos de lectura y compra de libros. Y este año, el fenómeno fan ha vuelto a repetirse con autoras como Megan Maxwell, Inma Rubiales o Ramon Gener, que han agotado todos los ejemplares de sus libros.
Tendencias literarias
Manolo Gil también destaca una tendencia hacia una literatura de mayor calidad, entre las que se incluye la poesía. Además, señala que el público sigue prefiriendo el formato físico al digital, ya que los lectores buscan el papel y los ejemplares firmados por sus autores.
El presidente del Gremio del Libro, Juan Pedro Font de Mora, ya destacó en la inauguración el programa de actividades, que ha superado el millar, con una variedad que perseguía otro de los objetivos del certamen: mostrar "la bibliodiversidad en todos sus aspectos".
Para ello, según destaca Gil, es necesario un trabajo de entre seis y nueve meses o incluso más para la edición del próximo año, en el que la feria cumplirá su 60º aniversario.