En el corazón del dinámico barrio de San Nicolás, en la emblemática Avenida Corrientes, se emplaza una confitería histórica que ha sido testigo del devenir de la ciudad de Buenos Aires: La Ópera. Inaugurada en 1928, esta centenaria institución ha sido el punto de encuentro de figuras icónicas como el poeta Horacio Ferrer y el comediante Alberto Olmedo, dejando una huella indeleble en la cultura y el arte porteño.
Espíritu bohemio y tradición culinaria
Conocida como la "Esquina Horacio Ferrer" en homenaje al célebre letrista, La Ópera conserva su espíritu original y su decoración de antaño. Sus paredes han sido testigos silenciosos de memorables tertulias entre artistas, intelectuales y políticos de renombre, como Arturo Frondizi, David Viñas, Enrique Santos Discépolo y Fernando de la Rúa.
Con el paso del tiempo, La Ópera ha evolucionado desde una confitería clásica hasta convertirse en un elegante restaurante y bar que combina la tradición porteña con la alta cocina. Su propuesta gastronómica se adapta a los paladares contemporáneos sin perder su esencia: minutas porteñas clásicas como empanadas y sándwiches conviven armoniosamente con platos gourmet como el medallón de lomo con salsa de hongos, el roll de pollo relleno de espinacas y hongos, y los raviolones de ricota con jamón y queso.
La irresistible pizza "La Ópera"
Entre las especialidades de la casa, destaca la pizza "La Ópera", una delicia que fusiona mozzarella, queso brie, bocconcini y albahaca, ideal para compartir mientras se disfruta del animado ambiente bohemio del local.
Un espacio para la pasión y la creatividad
A lo largo de las décadas, La Ópera se ha consolidado como un espacio para reuniones apasionadas, desde tertulias políticas hasta debates sobre arte y cultura. Sus mesas han sido el escenario de proyectos creativos, historias de vida y decisiones trascendentales.
Actualmente, La Ópera abre sus puertas de domingo a jueves de 7 a. m. a 2 a. m., y los viernes y sábados las 24 horas, invitando a locales y turistas a sumergirse en la rica historia y el vibrante ambiente de esta confitería centenaria en el corazón de Buenos Aires.