Lola Cortés y Mario Bezares: Una historia de amor y desamor
La reconocida actriz y cantante mexicana, Lolita Cortés, y el presentador de televisión Mario Bezares, han sido protagonistas de una historia de amor que ha cautivado al público. Durante una etapa de sus vidas, ambos compartieron escenario en una obra de teatro, donde surgió entre ellos una fuerte atracción.
El flechazo entre Lolita y Mario
Lolita Cortés ha confesado que sintió una atracción inmediata hacia Mario Bezares, quien en ese momento estaba casado. "Claro, él lo sabía, me decía 'Hola, Lola' y pum, me echaba a correr", reveló la artista en una entrevista.
La diferencia de edad
Una de las peculiaridades de esta historia de amor es la diferencia de edad entre ambos. Cuando Lolita Cortés conoció a Mario Bezares, ella tenía 25 años, mientras que él tenía 12 años más. Esta diferencia no impidió que surgiera una conexión entre ellos.
El fin de la relación
Sin embargo, el romance entre Lolita Cortés y Mario Bezares no duró mucho. El presentador de televisión ha declarado que, a pesar de estar casado, habría correspondido a los sentimientos de la actriz si hubiera sabido de su interés en ese momento. Años más tarde, Lolita Cortés se casó con Juan Arturo Maldonado, con quien tuvo dos hijos.
El reencuentro en "La Casa de los Famosos"
Recientemente, Lolita Cortés y Mario Bezares se reencontraron en el reality show "La Casa de los Famosos". Durante su convivencia en el programa, ambos recordaron su historia de amor y compartieron anécdotas con los demás participantes.
El apoyo de Mario a Lolita en su lucha contra el cáncer
En 2023, Lolita Cortés reveló que había sido diagnosticada con cáncer de mama. Mario Bezares ha sido uno de los grandes apoyos de la actriz durante este difícil proceso, demostrando que a pesar del tiempo y la distancia, el cariño entre ellos sigue intacto.
Conclusión
La historia de amor entre Lolita Cortés y Mario Bezares es un testimonio de que el amor puede surgir en los lugares más inesperados y que, a pesar de las circunstancias, los lazos afectivos pueden permanecer inquebrantables.