Sean Combs, conocido en el mundo musical como Puff Daddy o Diddy, enfrenta casi 150 demandas por abuso sexual y permanece en prisión a la espera de juicio por tráfico sexual, asociación ilícita y transporte con fines de prostitución.

El cantante y empresario de 54 años ha sido acusado por aproximadamente 150 personas, incluidas varias menores de edad, de abuso, acoso sexual y violación, y enfrenta sentencias que podrían llevarlo a pasar el resto de su vida en prisión.

Tras casi un año de denuncias explícitas, con algunas respaldadas por imágenes, Combs apenas cuenta con defensores, excepto por sus hijos.

Los hijos de Combs, con edades comprendidas entre 33 y 1 año, nacidos de diferentes relaciones con cuatro mujeres, han emitido un comunicado público apoyando a su padre.

  • Quincy Taylor, el mayor, de 33 años
  • Justin Dior, de 30 años
  • Christian, apodado King, de 26 años
  • Chance Combs, de 18 años
  • Jessie y D'Lila, gemelas de 17 años

El comunicado indica que el mes pasado ha sido devastador para la familia y que han sido juzgados tanto a él como a ellos en base a acusaciones, teorías de conspiración y falsas narrativas que se han propagado en redes sociales.

"Permanecemos unidos, apoyándote en cada paso del camino", le dicen a su padre.

"Nos aferramos a la verdad, sabiendo que prevalecerá, y nada quebrará la fuerza de nuestra familia".

Hasta el momento, los hijos de Combs solo se habían pronunciado en favor de Kim Porter, la modelo fallecida en 2018, madre de cuatro de los hijos del rapero.

El pasado 24 de septiembre, los cuatro hijos de Porter hablaron sobre los rumores falsos y dañinos en torno a la relación de Porter y Combs.

En esa ocasión, mencionaron brevemente a Combs, pero no lo defendieron. Ahora, han salido en su defensa.