Según investigaciones recientes, los magos pueden tener una salud mental más saludable en comparación con otros artistas. Aunque se ha establecido una conexión entre la creatividad y los trastornos mentales, los magos parecen ser menos propensos a problemas de salud mental. Esto se debe a que los magos tienen características que los hacen excelentes en su profesión, como la capacidad de concentración, la falta de ansiedad social y la habilidad de controlar los pensamientos. A diferencia de otros artistas, los magos no suelen experimentar pensamientos desorganizados ni alucinaciones. Además, los magos son similares en este aspecto a los científicos, ya que ambos grupos requieren enfoque y organización en su trabajo. En resumen, estos hallazgos demuestran que no todos los individuos creativos son iguales y que la relación entre la creatividad y la psicopatología es más compleja de lo que se pensaba anteriormente.