Estamos ante un emotivo homenaje a Silvia Pinal, la última diva de México. Familiares, amigos y el pueblo mexicano se despiden de ella en el Palacio de Bellas Artes. La familia de Silvia Pinal porta rehiletes plateados, juguetes que eran los preferidos de la actriz cuando era niña. Estos rehiletes significan la alegría y la felicidad que Silvia Pinal siempre transmitió.

Los rehiletes, símbolo de Silvia Pinal

María Luisa Valdés Doria, jefa de espectáculos de MULTIMEDIOS, asegura que los rehiletes eran los juguetes favoritos de Silvia Pinal. La actriz llenó su habitación con ellos, para recibirla con alegría y felicidad. Los rehiletes se han convertido en un símbolo de Silvia Pinal, representando su espíritu alegre y optimista.

Un homenaje lleno de música, flores y alegría

El homenaje a Silvia Pinal está lleno de música, flores y alegría. Las hijas y nietas de la actriz ofrecieron emotivos discursos, mientras que el mariachi interpretaba algunas de sus canciones favoritas. El público asistente también pudo despedirse de Silvia Pinal, entregando rehiletes plateados como símbolo de cariño y respeto.

Silvia Pasquel, hija de Silvia Pinal, dijo que querían que este homenaje estuviera lleno de alegría y belleza, como a ella le gustaba. Las flores y los rehiletes fueron elementos esenciales para crear un ambiente de celebración y despedida.

Un legado infinito

El homenaje a Silvia Pinal es un reconocimiento a su legado artístico y personal. La actriz fue una mujer adelantada a su tiempo, que luchó por los derechos de las mujeres y demostró que el verdadero poder está en los valores. Su bisnieta, Michelle Salas, destacó que Silvia Pinal fue un faro de luz para su familia y para México.

Alejandra Guzmán, hija de Silvia Pinal, agradeció el cariño del público mexicano y destacó la magia y el arte que siempre ha caracterizado a su familia. Silvia Pinal se fue en paz y tranquilidad, dejando un legado infinito de amor y dedicación.