El actor mexicano Mane de la Parra se ha pronunciado sobre la situación legal de su amigo Pablo Lyle, quien actualmente cumple una condena de cinco años de prisión por homicidio involuntario en Miami, Florida.

Pablo Lyle: una tragedia que dejó lecciones para reflexionar
En una entrevista con el programa "Venga la Alegría", De la Parra expresó su apoyo a Lyle y destacó la importancia de reflexionar sobre los hechos que llevaron a su encarcelamiento.
"No hay que olvidarse que fue de verdad una tragedia en la que se perdieron todos, todas las personas, y yo no creo que gane nadie con que él esté pasando por este proceso", afirmó De la Parra.

El incidente que involucró a Lyle ocurrió en 2019, cuando golpeó a Juan Ricardo Hernández, de 63 años, durante una discusión vehicular. Hernández falleció días después a causa del golpe, lo que resultó en la condena de Lyle por homicidio involuntario.
De la Parra enfatizó la necesidad de aprender de esta experiencia para evitar situaciones similares en el futuro.
"Esto fue una tragedia", comentó De la Parra. "Es una situación que pasó, una tragedia, y hay que tomar ese ejemplo para saber qué no hacer."

El actor también se refirió al impacto que el proceso judicial ha tenido en la vida de Lyle, incluyendo la separación de su pareja, la distancia con sus hijos y una carga económica considerable.
A pesar de estas dificultades, De la Parra señaló que Lyle ha tratado de encontrar un propósito durante su tiempo en prisión.
"Está bien, está aprendiendo, estudiando, leyendo y eso, me decía, tratando de ser una mejor persona. Creo que está bueno, hay que aprender todos."
De la Parra expresó su confianza en que Lyle continuará explorando sus talentos y pasiones una vez que salga de prisión.
"Pablo es una persona muy inteligente, muy artista, y estoy seguro que buscará seguir haciendo sus pasiones."
En medio de rumores sobre una posible reducción de la condena por buen comportamiento y participación en actividades de rehabilitación, De la Parra se mostró esperanzado de que su amigo pueda salir pronto.
El caso de Pablo Lyle sirve como un recordatorio de las graves consecuencias que pueden acarrear las decisiones impulsivas. Para Lyle, el tiempo en prisión representa una oportunidad de reconstrucción personal y profesional, mientras enfrenta el impacto que su situación ha tenido en su vida y en la de los que lo rodean.