La noticia ha conmovido a muchos. María Branyas, la mujer de mayor edad en el mundo, ha fallecido a los 117 años en la residencia Santa María del Tura en Olot, Girona. Nacida en San Francisco, Estados Unidos, el 4 de marzo de 1907, Branyas ha vivido una vida extraordinaria que ha dejado una huella imborrable en la sociedad y la ciencia.

María Branyas ha fallecido "como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor", según un comunicado difundido por su familia a través de la red social X (anteriormente conocida como Twitter). En su último mensaje, la centenaria había expresado sus sentimientos de una manera emotiva y filosófica, pidiendo a sus seres queridos que no lloraran por ella: "Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conoce, allí donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo."

María Branyas no solo era conocida por su longevidad, sino también por su sabiduría y su capacidad de enfrentar adversidades. A lo largo de su vida, sobrevivió a dos guerras mundiales, a la Guerra Civil Española y a la pandemia de COVID-19, la cual superó con 113 años. Su resistencia y fortaleza ante las adversidades la convirtieron en una figura de inspiración para muchos.

Nacida en una familia de inmigrantes españoles en San Francisco, Branyas se trasladó a España a una edad temprana, viviendo en diversas ciudades como Barcelona, Banyoles y Girona. En su última entrevista en Olot Televisión, durante la celebración de su 113 cumpleaños, Branyas reveló el secreto de su longevidad: "Pensar, rezar y ya está. No creo que haya secreto. La vida que tienes, una buena naturaleza, vivir cosas buenas."

La vida de María Branyas ha sido objeto de estudio para la comunidad científica. Manel Esteller, director del Instituto de Investigación Josep Carreras, ha investigado el caso de Branyas para comprender mejor los factores genéticos que contribuyen a su excepcional longevidad. Los estudios han mostrado que la edad biológica de sus células es significativamente menor que su edad cronológica, sugiriendo una posible ventaja genética en su envejecimiento.

Branyas también colaboró en un proyecto de investigación genética, impulsado por Esteller, que estudia el impacto del COVID-19 en las residencias de mayores. Su participación en esta investigación es considerada una de sus últimas contribuciones a la sociedad.

La figura de María Branyas ha dejado un legado duradero en la memoria colectiva. Su vida es testimonio de la resistencia humana y la capacidad de superar adversidades. El presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, ha expresado su pesar por su fallecimiento, calificándola como una mujer entrañable que enseñó el valor de la vida y la sabiduría de los años.

La noticia del fallecimiento de Branyas ha suscitado una ola de tributos y recuerdos en redes sociales y medios de comunicación, donde se celebra su vida y se lamenta su partida. La comunidad científica continuará explorando su genética en busca de respuestas que puedan ayudar a entender mejor los secretos de una vida longeva y saludable.

María Branyas ha dejado un vacío que será difícil de llenar, pero su vida sigue siendo un ejemplo de fortaleza y dignidad. Su recuerdo perdurará en los corazones de quienes la conocieron y en las páginas de la historia.