Marina de Tavira, la aclamada actriz mexicana nominada al Oscar, se encuentra actualmente inmersa en la segunda temporada de la obra teatral «Un tranvía llamado deseo», escrita por Tennessee Williams. La obra, que se está presentando con localidades agotadas en el Teatro Salvador Novo, está generando gran entusiasmo y reflexión en el público.
Un éxito arrollador en el teatro
La obra, ambientada en la Nueva Orleans de 1947, está explorando temas como el machismo, la misoginia, la violencia de género y la homofobia, problemáticas que, según De Tavira, Tennessee Williams ya estaba vislumbrando y criticando en su época (Rivera, 2024).
El legado familiar y la pasión por el teatro
La trayectoria de Marina de Tavira está profundamente influenciada por su familia. Su padre, Juan Pablo de Tavira, fue un criminólogo y abogado que, a pesar de las objeciones familiares, siguió su pasión por el teatro. Él fundó y dirigió el penal de Almoloya de Juárez y fue un precursor del teatro penitenciario, una iniciativa que permitió a los presos actuar en obras teatrales (Rivera, 2024).
De niña, Marina creció rodeada de teatro, asistiendo a obras en reclusorios y jugando a ser actriz en el salón de teatro que su padre construyó en casa. Esta experiencia temprana, sin duda, moldeó su vocación y su compromiso con el arte escénico.
El feminismo y la reflexión social en la obra
De Tavira está reflexionando sobre la importancia del movimiento feminista y cómo la obra «Un tranvía llamado deseo» sigue siendo relevante en la actualidad. Ella está destacando cómo la sociedad juzga de manera diferente a hombres y mujeres, especialmente en lo que respecta a la sexualidad. La actriz está señalando que en la época de Tennessee Williams, una mujer separada era excluida socialmente, mientras que hoy en día, gracias al feminismo, ha habido un cambio abismal (Rivera, 2024).
La obra, en palabras de De Tavira, está generando una experiencia estética entre actores y espectadores, moviendo las fibras del público y reafirmando la esperanza en la sociedad. La actriz está convencida de que el teatro y los personajes siempre indagan en el alma humana (Rivera, 2024).
El método interpretativo de Marina de Tavira
Para Marina de Tavira, cada nuevo proyecto es un desafío que aborda con rigor y dedicación. Ella está describiendo su método interpretativo como un proceso de investigación profunda, que implica regresar a los libros, analizar al personaje y estudiar el contexto social de la época. Para interpretar a Blanche Dubois, se sumergió en el trabajo emocional de la mano de su director, Diego del Río, y de sus compañeros de reparto (Rivera, 2024).
Este proceso meticuloso le permite «encarnar y hacer crecer a un personaje» y alcanzar el «estado del alma». Del Río llama a este proceso «el monstruo del personaje», la huella de la herida primigenia que hay que desenredar para construir el laberinto de emociones del personaje (Rivera, 2024).
El futuro de Marina de Tavira
A pesar del éxito internacional de «Roma» y su nominación al Oscar, Marina de Tavira está demostrando su compromiso con el teatro mexicano. Después de la promoción de la película, la actriz regresó a México para ensayar la obra «Tragaluz», dirigida por su tío, Luis de Tavira. La actriz está confirmando que el teatro es su vida y que su prioridad es seguir trabajando en su país, para la sociedad a la que quiere hablarle (Rivera, 2024).
Marina de Tavira está personificando a una actriz con un profundo amor por su oficio y una gran conciencia social, una artista que utiliza su talento para generar reflexión y diálogo en el público.