"Mujeres Divinas": La historia detrás del éxito de Vicente Fernández

La música ranchera mexicana tiene un amplio repertorio de canciones que han traspasado fronteras y generaciones, entre ellas se encuentra "Mujeres Divinas", un tema icónico en la trayectoria de Vicente Fernández, el legendario "Charro de Huentitán".

El origen de la inspiración

La historia detrás de la creación de "Mujeres Divinas" es bastante curiosa. El compositor Martín Urieta tuvo una anécdota que lo llevó a escribir esta canción. En una reunión, mientras Urieta interpretaba su tema "Te me vas al diablo", uno de los asistentes criticó la forma en que la letra ofendía a las mujeres. Esta crítica provocó una respuesta de Urieta, quien defendió el papel de las mujeres en la vida, dando origen a "Mujeres Divinas".

El mensaje de admiración y respeto

La canción comienza con las palabras: "Hablando de mujeres y traiciones se fueron consumiendo las botellas". En su estribillo, resuena el verso: "Mujeres, oh mujeres tan divinas. No queda otro camino que adorarlas". Estas letras capturan la esencia de la admiración y el respeto hacia las mujeres, reconociendo su capacidad de amar y de causar dolor.

Un himno en eventos especiales

"Mujeres Divinas" se ha convertido en un himno en diversos eventos, desde bodas hasta celebraciones familiares, gracias a su emotividad y universalidad. La canción expresa sentimientos de amor, pérdida y admiración, lo que la hace resonar con personas de todas las edades y culturas.

El legado de Vicente Fernández

Vicente Fernández, con su voz inconfundible y su carisma, llevó "Mujeres Divinas" a la cima, convirtiéndola en un clásico de la música mexicana. Su carrera, adornada con dos premios Grammy y ocho premios Grammy Latinos, lo posiciona como uno de los pilares de la ranchera. A pesar de su fallecimiento en 2021, su música sigue viva, tocando los corazones de sus seguidores.

Más que una canción, un reflejo cultural

"Mujeres Divinas" no es solo una canción; es una narrativa que ha contribuido a la imagen de la mujer en la cultura mexicana. Refleja una sociedad que, a través de la música, celebra la vitalidad y la complejidad del amor, el sufrimiento y la admiración. Es un reconocimiento a las mujeres, no solo como seres de afecto, sino también como fuentes de inspiración y dolor.