El Palacio Raggio: Un viaje a través del tiempo y la cultura en Buenos Aires

Enclavado en el pintoresco partido de Vicente López, provincia de Buenos Aires, el Museo Palacio Raggio se erige como un faro de historia y cultura. A medida que uno se aproxima, la mansarda del palacio apenas se distingue entre la frondosa arboleda, ofreciendo una bocanada de aire fresco en medio del bullicio urbano. Este no es solo un edificio; es un testimonio viviente de la evolución de una familia y su legado en la comunidad.

Según Gómez (2024), redactora de la sección Ciudad de Clarín, el palacio, cuyo nombre oficial es "Museo de la Fundación Rómulo Raggio", se encuentra a escasos metros de la estación de trenes homónima, en la intersección de Gaspar Campos y Carlos Francisco Melo. Su ubicación estratégica invita a explorar la riqueza arquitectónica y el patrimonio que alberga.

Los orígenes: De villa italiana a residencia familiar

La historia del Palacio Raggio se remonta a finales del siglo XIX, cuando se construyó como una villa de estilo italiano. En 1913, Lorenzo Raggio, junto a su esposa María Angela Celle y sus seis hijos, llegó a la zona en busca de una casa de fin de semana. La residencia, que pertenecía a Gregorio Esperón, descendiente de Alejandro Vicente López y Planes, cautivó a la familia Raggio. Inicialmente alquilaron la propiedad, pero en 1915 decidieron comprarla, consolidando así su vínculo con este lugar emblemático.

Actualmente, la Fundación Rómulo Raggio está preservando la memoria de la familia Raggio y el patrimonio arquitectónico del palacio, según Clarín (2024). La transformación de la villa original en la estructura que se aprecia hoy es un testimonio del compromiso de la familia con el arte y la cultura.

La remodelación de 1930: Un legado arquitectónico

Tras la muerte de Lorenzo en 1918, Rómulo, el primogénito, asumió la responsabilidad de la casa. En 1930, junto a su hermano Andrés, emprendió una remodelación significativa. Esta renovación, que incluyó el techado de los patios internos y las galerías, es la que define la estructura actual del palacio. La implementación de calefacción central, un sistema que aún funciona, refleja la visión vanguardista de los hermanos Raggio.

La firma de Andrés, ingeniero, aún se puede apreciar en el ingreso principal, un detalle que subraya la dedicación y el cuidado que pusieron en cada aspecto de la remodelación.

Un espacio para la música y el arte

El patio central, convertido en sala de música, se convirtió en el corazón de la residencia. Rómulo, un apasionado de la música, instaló un piano de cola y organizaba recitales que hoy continúan con el "Ciclo de Música de Cámara", que celebra su decimocuarta temporada. Este ciclo, que se extiende de abril a octubre, ofrece siete fechas programadas, disponibles en la página web de la fundación.

La sala de música, rica en detalles, alberga una chimenea con las iniciales de Rómulo y una rejilla de bronce profusamente decorada. Sin embargo, la joya de la sala es el *marouflage* en el techo, una obra del francés Marcel Jambon, el mismo artista que originalmente pintó el plafond de la sala principal del Teatro Colón (Teatro Colon, s.f.).

La residencia, ahora museo, sigue siendo propiedad de la Fundación Rómulo Raggio desde 1963, según informa Clarín (2024). La preservación de este espacio es un testimonio del compromiso familiar con la cultura y el arte.

El legado de Miguel Raggio y la fundación

Rómulo vivió en el palacio hasta su fallecimiento en 1960. Su único hijo, Miguel, suegro de Alejandra y abuelo de Nicolás, fue un hombre de múltiples intereses. Ingeniero agrónomo, Miguel vivió en Estados Unidos y trabajó en las universidades de Harvard y Wisconsin (Harvard University, s.f.; University of Wisconsin-Madison, s.f.). Tras la muerte de su padre, decidió crear la fundación para honrar su memoria y promover las artes.

Desde su apertura como museo en 1983, los hijos de Miguel, Mario y Nora, han contribuido a mantener vivo el legado familiar. La fundación no solo preserva el patrimonio arquitectónico, sino que también ofrece talleres de danza y pintura, abriendo sus puertas diariamente a quienes deseen explorar este tesoro cultural.

La Escuela Técnica Raggio: Un compromiso con la educación

El apellido Raggio también está ligado a la educación. La Escuela Técnica Raggio, una institución histórica que cumplió 100 años en 2024, es un testimonio del compromiso de la familia con el desarrollo de la comunidad. Originalmente llamada escuela de "artes y oficios", la institución se ha convertido en una de las más grandes del país, ofreciendo una amplia gama de especialidades técnicas.

La donación de los Raggio permitió la construcción de los dos edificios principales de la escuela. La importancia de esta contribución se evidencia en la participación del presidente Marcelo T. de Alvear y el intendente Carlos Noel en la ceremonia de inauguración.

En el ingreso principal se encuentra el conjunto escultórico "La República Argentina" del artista francés Jean-Baptiste Hugues, un vestigio del Pabellón Argentino en la Exposición Universal de París de 1889 (Tour Eiffel, s.f.).

Planificando su visita

El Museo Palacio Raggio está ofreciendo una agenda diversa de actividades, incluyendo conciertos y exposiciones. Para más información, consulte el sitio web de la fundación o sus redes sociales (@museoraggio). Las visitas guiadas son gratuitas y se realizan de lunes a viernes de 13 a 17.