Patti Smith regresa a Barcelona con su sabiduría y reivindicaciones intactas


Patti Smith, la sacerdotisa del rock, volvió a conquistar Barcelona el pasado 29 de junio en el festival Jardins de Pedralbes, deleitando al público con un concierto que fue algo más que un espectáculo musical: un viaje a través de la historia, la sabiduría y la reivindicación.

Un regreso a sus raíces


Vestida con americana oscura, pantalón casual y su icónica melena cana, Patti Smith volvió a Barcelona con la humildad y el respeto que siempre la han caracterizado. A sus 77 años, la artista demostró que la edad no es un obstáculo para seguir transmitiendo su mensaje de amor, paz y justicia.

Acompañada de su hijo Jackson Smith en la guitarra, Patti Smith ofreció un concierto íntimo y personal, donde la música sirvió como vehículo para expresar sus pensamientos y emociones. Su voz, serena y profunda, envolvió al público en una atmósfera de espiritualidad y conexión.

Un repertorio lleno de clásicos y reivindicaciones


Patti Smith interpretó algunos de sus temas más conocidos, como “Gloria”, “Because the Night” y “People Have the Power”. Sin embargo, el concierto fue mucho más que un simple repaso a su exitosa carrera. La artista aprovechó su presencia en Barcelona para reivindicar causas sociales y recordar a figuras importantes de su vida.

  • Dedicó la canción “Nine” a su amigo y promotor histórico, Gay Mercader.
  • Lamentó el sufrimiento de quienes se ven obligados a abandonar su tierra natal en “Ghost Dance”.
  • Consagró “Dancing Barefoot” a la situación del pueblo palestino.
  • Recordó a su difunto esposo, Fred Sonic Smith, con palabras y música.

Un público entregado

El público de Barcelona respondió con entusiasmo a la actuación de Patti Smith, cantando y bailando sus canciones. El concierto fue un reencuentro entre la artista y sus seguidores, una celebración de la música, la poesía y el compromiso social.

Patti Smith demostró una vez más que es una artista única e irrepetible, capaz de conectar con su público a través de su música y su mensaje. Su concierto en Barcelona fue un regalo para los amantes del rock y un recordatorio de que la lucha por un mundo mejor nunca debe cesar.