La galardonada drag queen, Pitita, ha encontrado su voz y empoderamiento a través del arte drag. Su notable ascenso a la fama comenzó con su victoria en el concurso televisivo "Drag Race España", que le ha llevado a ser invitada a los eventos del Orgullo en todo el mundo.
Pitita: Defensora de la Identidad y Luchadora contra la Injusticia
En una entrevista íntima en el elegante Hotel Cotton House de Barcelona, Pitita habló con EL PAÍS sobre su trayectoria, sus motivaciones y los retos a los que se enfrentan las personas LGTBIQ+ en la sociedad actual.
El Drag como Espacio Seguro y Expresión de Identidad
Para Pitita, el drag no es solo una forma de entretenimiento, sino un espacio seguro donde las personas pueden explorar sus identidades y expresarse libremente. Ella cree que el drag tiene el poder de derribar barreras, promover la inclusión y desafiar las normas sociales.
Con una combinación única de maquillaje exagerado, extravagantes vestidos y música folclórica, Pitita rinde homenaje a Pitita Ridruejo, una icónica figura de la alta sociedad española. A través de su sátira, ella cuestiona los estereotipos y abraza la diversidad.
La Apatía Política y la Lucha por la Igualdad
A pesar de los avances en los derechos LGTBIQ+, Pitita reconoce que queda mucho por hacer para lograr la igualdad. Le preocupa el auge de los discursos de odio y la involución en las actitudes sociales.
Ella ha decidido abstenerse de la información política para proteger su salud mental, pero permanece atenta a las injusticias y la discriminación. Su mensaje es claro: luchar por la justicia, abrazar la diversidad y desafiar a quienes intentan dividir a la sociedad.
El Impacto del Drag y la Visibilidad
Pitita utiliza su plataforma como drag queen para defender los derechos LGTBIQ+ y abrir mentes. Ella cree que el drag tiene el poder de inspirar, unir y crear un cambio positivo.
Su creciente visibilidad le ha llevado a colaborar con artistas como Rossy de Palma y Loles León, y a actuar en escenarios internacionales. Sin embargo, también reconoce la responsabilidad que conlleva ser una figura pública y se esfuerza por mejorar continuamente.
Conclusión
Pitita es una fuerza imparable en el mundo del drag y un faro de esperanza para las personas LGTBIQ+. Su viaje personal y su compromiso con la igualdad inspiran a otros a abrazar sus verdaderas identidades, desafiar las normas sociales y luchar por un mundo más justo y tolerante.