El reconocido actor Luis Roberto Guzmán acusa a Casa Mauna, un hotel boutique ubicado en Oaxaca, de brindar un pésimo servicio y malos tratos a sus clientes, muy por debajo de lo que promete su categoría de lujo.

En una serie de historias de Instagram, el actor, quien ha protagonizado telenovelas como "Lo que la vida me robó", narró el calvario que supuestamente vivió durante su estadía en el hotel. Guzmán denunció que el personal fue negligente, poco empático y hasta llegó a ser grosero con él y sus acompañantes. Además, según el actor, el hotel intentó cobrarle de más por su habitación, a pesar de que ya había liquidado el pago total.

La respuesta del hotel

Casa Mauna no tardó en responder a las acusaciones de Guzmán, también a través de Instagram. El hotel reconoció que hubo un malentendido con las políticas de pago, pero negó haberle brindado un mal servicio al actor.

Según el hotel, Guzmán y sus acompañantes se negaron a pagar el saldo restante de su estadía, alegando que ya habían realizado el pago total, pero no pudieron proporcionar comprobantes de ello. Casa Mauna mostró un recibo de pago donde se evidencia que faltaban poco más de dos mil pesos para liquidar una estancia de dos noches con valor total de 8 mil 251 pesos por una habitación Suite Deluxe.

El hotel también aseguró que el trato con el actor fue "cordial y respetuoso" en todo momento. Para respaldar su postura, Casa Mauna publicó evaluaciones positivas que ha recibido en diversas plataformas de renta de alojamiento, así como un comprobante donde muestran que los huéspedes fueron notificados sobre el saldo restante a pagar, lo cual supuestamente se negaron a cubrir.

La polémica continúa

La polémica entre Luis Roberto Guzmán y Casa Mauna continúa desarrollándose en redes sociales. El actor ha pedido ayuda a sus seguidores para difundir su caso y "cancelar" al hotel, mientras que Casa Mauna insiste en que brindaron un servicio de calidad y que las acusaciones del actor son falsas.

Esta situación pone de manifiesto la importancia de verificar la información antes de hacer acusaciones públicas. También es un recordatorio de que los clientes tienen derecho a recibir un servicio de calidad por el que pagan, y que las empresas deben ser transparentes y honestas en sus tratos con los consumidores.