Los organizadores del concierto de Coldplay en Malasia están bajo presión debido a las protestas de musulmanes conservadores que acusan a la banda de apoyar a la comunidad LGTBI+. Cientos de manifestantes salieron a las calles de Yakarta pidiendo la cancelación del concierto, mientras que en Malasia se ha instalado un interruptor de seguridad que permitiría desconectar la energía del escenario en caso de que la banda haga algo considerado inapropiado. Sin embargo, el ministro de Turismo y Economía Creativa de Indonesia aseguró que el concierto seguirá adelante sin interrupciones.
Malasia es un país con restricciones en cuanto a libertad de expresión y censura, especialmente en temas relacionados con la homosexualidad, que puede ser castigada con largas penas de prisión e incluso la pena de muerte. La comunidad LGTBI+ enfrenta desafíos y prejuicios legales en todo el país, aunque el islam practicado por la mayoría de los musulmanes malasios es moderado y tolerante hacia otras religiones.
La controversia en torno al concierto de Coldplay surge después de incidentes similares con otras bandas internacionales que criticaron las leyes anti-gay de Malasia y expresaron su apoyo a causas relacionadas con Palestina. A pesar de las protestas, el concierto de Coldplay se espera que se lleve a cabo según lo planeado, y se ha incrementado la seguridad como medida precautoria.
Esta situación pone de relieve el desafío de equilibrar la libertad artística y de expresión con las sensibilidades culturales y religiosas en diferentes países. Las bandas y artistas internacionales deben tener en cuenta estas consideraciones al planificar sus giras y conciertos en lugares con diferentes normas y valores.
En definitiva, el concierto de Coldplay en Malasia se lleva a cabo bajo tensiones y protestas por parte de musulmanes conservadores que critican el supuesto apoyo de la banda a la comunidad LGTBI+. A pesar de las controversias, el concierto sigue adelante con medidas adicionales de seguridad para garantizar su realización.