Hace casi tres décadas, en la noche del 8 de agosto de 1996, el equipo de rodaje de la exitosa película "Titanic" se encontraba en Halifax, Nueva Escocia, Canadá, realizando las últimas escenas de la película.
Tras un intenso día de grabación, el equipo se reunió para cenar. Entre las opciones ofrecidas por el servicio de catering local se encontraba una sopa de marisco que, según los testimonios, estaba deliciosa.
Sin embargo, lo que ocurrió a continuación conmocionó a todos. Unas 80 personas que consumieron la sopa comenzaron a experimentar efectos extraños, como risa incontrolable, llanto, vómitos y alucinaciones.
¿Qué ocurrió aquella noche?
Inicialmente, se especuló con una intoxicación alimentaria, pero los análisis toxicológicos realizados posteriormente revelaron que la sopa había sido adulterada con fenciclidina, también conocida como PCP o "polvo de ángel".
El PCP es un anestésico disociativo que puede provocar una amplia gama de efectos, desde euforia hasta paranoia y delirios. En dosis altas, sus efectos pueden asemejarse a los de la esquizofrenia.
El misterio del sabotaje
Durante más de dos años, la policía de Halifax investigó el incidente, pero el caso se cerró en 1999 por falta de pruebas. Ahora, un nuevo fallo del comisionado de información y privacidad de Nueva Escocia ha ordenado a la policía que publique más detalles del informe del incidente.
Si la policía cumple con el plazo establecido, los registros podrían ofrecer nuevos datos sobre el misterio que nunca se resolvió: ¿Quién saboteó la sopa aquella noche?
Las teorías
Desde el principio, el propio James Cameron, director de la película, ha señalado tener una fuerte sospecha sobre el posible responsable, aunque nunca se ha podido demostrar.
Una de las teorías apunta a una posible disputa entre un miembro del equipo y los proveedores del catering, que fueron despedidos durante el rodaje.
Otra teoría, menos probable según Cameron, sugiere que el incidente fue un intento de ataque hacia él mismo.
El legado de la noche de la sopa
Aunque hayan pasado 28 años desde aquella fatídica noche, el incidente de la sopa de Titanic sigue siendo un capítulo enigmático en la historia del cine moderno.
