El maestro del barroco, Rembrandt van Rijn (1606-1669), es uno de los artistas más destacados de los Países Bajos. Sus retratos y autorretratos muestran una actitud humilde y un profundo conocimiento del ser humano.
Rembrandt, el maestro de la ilusión
Rembrandt es considerado un verdadero maestro de la ilusión óptica. Enseñó pintura a medio centenar de pupilos en su taller de Ámsterdam, entre ellos Samuel van Hoogstraten (1627-1678), quien destacó en esta técnica.
Sus obras y las de sus discípulos exhiben asombrosas habilidades ilusionistas, innovaciones en materia de luces y sombras y una extraordinaria fuerza del color.
La luz, eje central de su arte
La luz fue una preocupación constante para Rembrandt, quien la convirtió en el alma de sus creaciones. Para él, la luz no era solo una herramienta para dar forma, sino la esencia misma del arte y del conocimiento.
Su dominio de la luz le permitió envolver a los espectadores y fundirlos en uno solo con las figuras luminosas que emanaban de sus obras.
El legado de Rembrandt
El uso tan particular que Rembrandt hizo de la luz se convirtió en una marca reconocible que sus seguidores debían imitar.
Hasta el día de hoy, la obra de Rembrandt continúa inspirando y cautivando a artistas y amantes del arte de todo el mundo.