Sergio Peris-Mencheta: "Quería demostrarles a mis hijos que podía sobrevivir"
El actor y director de cine español, Sergio Peris-Mencheta, se sincera sobre su lucha contra la leucemia en una entrevista con Mara Torres para el programa de radio "El Faro".
Peris-Mencheta relata los momentos más duros de su enfermedad, como el miedo a no poder ver crecer a sus hijos o los efectos secundarios del trasplante de médula ósea. También destaca el apoyo incondicional de su familia y de su médico, el Dr. Antonio Pérez, quien le ayudó a afrontar la enfermedad con optimismo.
"Lo que más miedo me daba era dejarles sin papá"
"Quería demostrarles a mis hijos que podía sobrevivir", confiesa Peris-Mencheta, emocionado al recordar cómo su hijo de 10 años le ponía una chaqueta para que no pasara frío.
El actor admite que la enfermedad le ha llevado a una reflexión sobre la importancia del amor propio y el cuidado de uno mismo.
Los efectos secundarios del trasplante
Tras el trasplante de médula ósea, Peris-Mencheta aún sufre los efectos de la enfermedad de injerto contra huésped (EICH). Esta reacción se produce cuando las células del donante atacan al cuerpo del receptor, provocando daños en los órganos.
El actor explica que actualmente recibe una medicación que actúa como "diplomáticos" para negociar con los glóbulos blancos y evitar que ataquen sus órganos.
Además, también ha experimentado cambios físicos como pérdida de peso, sequedad de boca, problemas en las articulaciones y la piel.
El apoyo de su familia
Peris-Mencheta destaca el apoyo incondicional de su familia, especialmente de su mujer, Marta Solaz, y de sus dos hijos, Río y Olmo. La enfermedad ha fortalecido los lazos familiares y les ha enseñado el valor de la empatía.
El actor confiesa que el tratamiento contra la leucemia conlleva una gran vulnerabilidad y dependencia, pero que esta experiencia les ha unido aún más.
Finalmente, Peris-Mencheta anima a las personas que se enfrentan a enfermedades graves a buscar apoyo y a no rendirse. "Esta enfermedad se puede desarrollar por una infravaloración propia, por no quererme mucho", afirma. "Y me ha parado en seco y me ha dicho que aprenda a quererme".