"Sing Sing" es la primera película que se estrena en cines y prisiones al mismo tiempo

"Sing Sing", protagonizada por Colman Domingo, marca un hito en la industria cinematográfica al ser el primer filme que se estrena simultáneamente en salas de cine y prisiones de Estados Unidos. Desde el 17 de enero, el largometraje está disponible en más de 500 cines y en tabletas para casi un millón de personas encarceladas en el país (The Hollywood Reporter, 2023).

Una colaboración innovadora

Esta innovadora estrategia de distribución es posible gracias a una colaboración entre A24, el estudio detrás de la película, y las organizaciones sin fines de lucro Rehabilitation Through the Arts (RTA) y Edovo. Estas entidades se han unido para llevar el mensaje de esperanza y transformación del filme a 1100 instalaciones penitenciarias en 45 estados, incluyendo California, Nueva York y Texas.

Una historia de resiliencia y transformación

"Sing Sing" narra la historia de un grupo de hombres que participan en un programa de teatro dentro de una prisión. La trama, inspirada en la labor de RTA, busca reflejar cómo el arte y la educación pueden ofrecer nuevas perspectivas a quienes enfrentan circunstancias adversas. "Brindamos a las personas encarceladas una oportunidad para verse reflejadas en una historia de resiliencia y transformación", afirma Brian Hill, fundador y CEO de Edovo.

Reconocimiento y participación

Desde su lanzamiento original en julio de 2024, la película ha recibido elogios tanto por su narrativa como por su enfoque inclusivo. Colman Domingo interpreta a Divine G, un hombre condenado injustamente que encuentra un propósito en el grupo de teatro de la prisión. Además, actores previamente encarcelados, muchos de ellos egresados del programa RTA, forman parte del elenco, aportando autenticidad y profundidad a la historia.

Eventos únicos y desafíos

El estreno de "Sing Sing" ha incluido eventos únicos, como la proyección en la prisión que inspiró la cinta en Nueva York y el primer festival de cine realizado dentro de una cárcel en Estados Unidos, el San Quentin Film Festival en California. Estas iniciativas han permitido que las personas encarceladas se sientan representadas y conectadas con el proyecto.

A pesar de su impacto, la película aún enfrenta desafíos. Irónicamente, el Sing Sing Correctional Facility, institución que inspiró el filme, no cuenta con acceso a las tabletas de Edovo, lo que impide que los internos vean la obra que rinde homenaje a su comunidad.

  1. Película en prisiones
  2. Rehabilitación a través del arte
  3. Transformación social