La farola centenaria de la Rambla de Barcelona rinde homenaje a Liam Payne
La farola art dèco situada al inicio de la Rambla de Barcelona, justo en el cruce con la calle Pelai, se ha convertido en un altar improvisado en memoria de Liam Payne, el excomponente del grupo One Direction fallecido el pasado 16 de octubre. En esta peculiar farola, casi centenaria, se acumulan cartas, fotos y velas en un homenaje que el Ayuntamiento mantendrá unas horas más antes de que los servicios de limpieza lo retiren.
No es el primer altar a difuntos célebres que se realiza en este punto del paseo más emblemático de la ciudad, aunque nadie sabe por qué es este el lugar elegido. El pasado mes de febrero, la misma farola fue el lugar escogido por decenas de personas, sobre todo de origen ruso, para homenajear también con fotografías, velas y flores a Alexei Navalny, opositor al gobierno de Putin que murió en extrañas circunstancias en una cárcel de su país.
Un punto de encuentro improvisado
Alicia Berlanga, vecina de la Rambla y autora del libro "Personajes de la Rambla en el imaginario popular", asegura que la farola escogida de manera improvisada para homenajear a personalidades era, por lo menos hasta ahora, solo un punto de encuentro. "El primer homenaje que yo recuerdo haberse realizado en este punto fue tras el atentado de la Rambla en 2017", sostiene Berlanga.
Horas después de que, el 17 de agosto de 2017, Younes Abouyaaqoub atropellara con una furgoneta a decenas de personas, la ciudadanía llegó a improvisar 131 altares en la misma Rambla para rendir tributo a las víctimas de aquella masacre. Los altares se desbordaban y, a principios de septiembre de 2017, el Ayuntamiento decidió concentrar -durante unas semanas- todas las ofrendas ciudadanas en el altar de la farola. El que fuese el único altar durante unos días quizás sea ese el motivo por el que ha acabado convirtiéndose en el punto de homenaje a difuntos célebres.
Una farola única con una historia peculiar
Además, la farola en sí es única y tiene una historia peculiar. La diseñó en 1928 el arquitecto Félix de Asua. Es una columna de granito con un cuerpo central de bronce y, a su vez, cuatro luces custodiadas por cuatro ángeles y coronada por una linterna en forma de esfera. La idea era que ocho farolas idénticas a esta alumbraran la plaza de Catalunya, pero una vez construido este prototipo la idea no cuajó. En 1929, coincidiendo con la Exposición Universal, el Ayuntamiento decidió que, como ya tenía esta farola en un almacén, la colocaba al principio de la Rambla y allí se quedó, sin que combine absolutamente con ningún otro elemento urbanístico.
Un lugar de homenaje y protesta
Casi un siglo después, la farola se ha convertido en un punto de homenaje improvisado. "Se utiliza para rendir tributo pero, también, para cualquier tipo de protesta. Es una zona muy frecuentada donde también hay venta ambulante ilegal y puede suponer algún tipo de colapso por la cantidad de gente que la frecuenta", comenta el arquitecto y urbanista Pau Bosch, presidente de la Asociación Amics de la Rambla, entidad que aglutina a los vecinos y comerciantes de este paseo.
El Ayuntamiento de Barcelona admite cierta permisividad a este tipo de homenajes y "deja pasar unos días" antes de actuar. El altar en memoria de Liam Payne permanecerá hasta este miércoles, día en que los servicios de limpieza retirarán velas, fotos y cartas como la depositada por una fan en la que se puede leer: "Hiciste que mi vida cambiase. No te olvides de nosotros. Descansa en paz".