Usher libró un percance técnico en el Super Bowl
En el ámbito del entretenimiento, cada actuación en vivo es una oportunidad para la grandeza, pero también para enfrentar desafíos inesperados. Usher, el talentoso artista que ha dominado las listas de éxitos a lo largo de los años, sufrió recientemente un momento de tensión. Durante su última aparición en el Super Bowl, el cantante estuvo a punto de vivir un desastre cuando su mano quedó atrapada en un cable mientras se encontraba suspendido a 30 pies de altura.
Este incidente, que solo él parece recordar con nitidez, se produjo en el contexto de su actuación como invitado especial durante el set de los Black Eyed Peas en el año 2011. El impacto de ese evento fue tal, que ahora Usher se ha propuesto evitar errores a toda costa cuando suba al escenario para encabezar el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl LVIII de 2024 en Las Vegas el próximo domingo, 2 de noviembre.
Un momento de confirmación y trabajo
"Ahora me siento impulsado a conseguir este momento que estoy a punto de vivir. Este percance realmente alimentó mi determinación de estar presente aquí", confesó Usher en un tono reflexivo durante una entrevista con Entertainment Tonight. El artista subraya la importancia del esfuerzo y del trabajo más allá de las afirmaciones y las palabras de confirmación, evidenciando una preparación intensa para esta presentación tan esperada.
Una experiencia compartida con los fans
"No tengo este momento solo para mí. Todos mis fans que traigo conmigo, cada persona que tuvo algo que ver con la música y la creatividad, todos son parte de este momento de celebración", expresó Usher. Y es que la actuación en el Super Bowl no solo constituye un punto culminante para su carrera, sino también un acto de comunión con sus seguidores y colaboradores.
Anticipando su actuación, Usher ha prometido sorprender al público con acrobacias y trucos inéditos en su repertorio. Además, ha revelado su intención de integrar algunos de los momentos más destacados de su residencia en Las Vegas en este espectáculo de 13 minutos, ante más de 60,000 espectadores en el estadio y millones alrededor del mundo. Nos promete que será lo mejor de lo mejor, una fusión de talento y emoción que definirá su inolvidable regreso al escenario del Super Bowl.