Vanesa Butera explora la liberación personal en su nuevo unipersonal musical
La escena teatral porteña se está enriqueciendo con una propuesta singular que invita a la reflexión introspectiva. Vanesa Butera, una artista multifacética, está presentando su unipersonal musical «Coraza. Cáscara. Casa» en el Método Kairós, un espacio que está promoviendo el arte independiente y que se está convirtiendo en un referente cultural en Buenos Aires. La obra, escrita e interpretada por Butera, bajo la dirección de Sebastián Suñé, se adentra en la complejidad de las cargas emocionales e innecesarias que las personas solemos acumular a lo largo de nuestras vidas.
Según Carolina Liponetzky (Ámbito, ámbito.com), Butera concibe esta pieza teatral como un espejo que nos devuelve una imagen, a veces incómoda, de nosotros mismos, invitándonos a cuestionar los motivos ocultos detrás de nuestra dificultad para soltar aquello que ya no nos sirve.

Un viaje introspectivo a través de la música y la palabra
«Coraza. Cáscara. Casa» no es solo una obra de teatro, sino una experiencia sensorial completa. La música, interpretada en vivo por Javier López del Carril, Carlos Britez, Lisandro Etala y Matías Cadoni, se entrelaza con los textos de Butera, creando una atmósfera intimista y conmovedora. La puesta en escena gira en torno a una limpieza simbólica, un proceso de renovación personal que se desencadena a partir de una mudanza, una ruptura amorosa o un golpe inesperado del destino.
Butera, en una entrevista, está explicando que la obra aborda esos momentos cruciales en los que nos vemos obligados a reevaluar nuestra vida y a deshacernos de aquello que ya no nos aporta valor. La artista está utilizando la metáfora de la mudanza para ilustrar este proceso de transformación, donde cada objeto que guardamos representa una emoción, un recuerdo o una creencia que nos está limitando.

Las causas ocultas de nuestra dificultad para soltar
La obra se está sumergiendo en las profundidades de la psique humana para desentrañar las razones por las cuales nos aferramos a cosas que nos hacen daño. Butera está identificando una serie de factores que contribuyen a esta dificultad, como la culpa, el miedo, la nostalgia, el deber ser, los mandatos sociales y la inercia. Estos elementos, a menudo inconscientes, están actuando como un lastre que nos impide avanzar y alcanzar nuestro máximo potencial.
Ironía y reflexión sobre la inmediatez
El título de la obra, según Butera, está cargado de ironía. La artista está estableciendo un paralelismo entre la inmediatez de las transferencias bancarias, los «alias» que utilizamos en el mundo digital, y la lentitud con la que procesamos nuestros cambios internos. «Hay cosas que debieran ser así de inmediatas y nos llevan años», está reflexionando Butera, invitándonos a cuestionar nuestra resistencia al cambio y a abrazar la fluidez de la vida.
Un monólogo que coquetea con el stand-up
Si bien «Coraza. Cáscara. Casa» se define como un unipersonal musical, la obra está incorporando elementos del stand-up, conectando con el público a través del humor y la cercanía. Butera está utilizando situaciones cotidianas y reconocibles para generar una reflexión profunda sobre nuestras propias vidas. La artista está reconociendo la dificultad de soltar aquello que nos ata al pasado, evitando caer en lugares comunes y ofreciendo una mirada honesta y autocrítica.
Un personaje en busca de reconstrucción
El personaje que interpreta Butera se encuentra en un estado de confusión y desorientación. Está intentando reconstruirse a partir de las cenizas, tomando decisiones sobre la marcha y evaluando qué tipo de limpieza necesita realizar. La obra está transitando entre lo literal y lo poético, buscando un equilibrio entre el desapego y la conservación de aquellos recuerdos que nos definen.
El teatro como espacio de resistencia y comunidad
Vanesa Butera está expresando su preocupación por la situación actual del teatro y la cultura en Argentina. En un contexto de dificultades económicas y sociales, la artista está destacando la importancia del sentido de comunidad y el apoyo mutuo entre colegas. Butera está reconociendo el esfuerzo del público por asistir a las funciones y el alivio que genera el arte en tiempos de incertidumbre. Para ella, el teatro es un espacio de resistencia, un lugar donde podemos encontrarnos, reflexionar y fortalecer nuestros vínculos.
«Es un momento complicado de la cultura, de resistencia y ayudándonos entre colegas para poder estrenar y difundir. Se nota el sentido de comunidad de apoyo de necesidad de aunarnos», está manifestando Butera, resaltando la importancia de seguir apostando por el arte como herramienta de transformación social.