Nadie puede dar un concepto claro de lo que es ser costeño puesto qué como en todas partes la estratificación social y la situación geográfica dentro de la región, marcan diferencias en cuestiones culturales y económicas, Aunque compartamos el mismo medio.

Lo que sí podemos demostrar es la riqueza lingüística que hemos heredado con el mestizaje y eso abarca todos los pisos económicos. Un lenguaje rico en adjetivos, mas contextual que literal, y una chispa andaluza para recortar las palabras.

Muchos de los términos que se usaban antes en la clase popular de la costa, eran criticados por la elite y por el interior del país y aún sigue sucediendo, pero hay una palabra que se ha puesto de moda y es común escuchársela a cualquiera, sin importar de donde sea y es: “La Mondá”, que hasta canción tiene y es ella el objeto de este texto.

Dicen los entendidos que la gente de antes era mucho mas decente para hablar, y que las clases sociales se distinguían por sus costumbres y maneras de expresarse, Pero como estamos en la era del globo, es normal que las barreras culturales hallan cedido. Por supuesto no se desaprovecha la ocasión para homogeneizar a la población, llevándonos hacia un lenguaje universal.

Hoy en día, por ejemplo, el rico quiere hablar como el pobre, es más, el jet set criollo hasta baila champeta, aunque solo repitan los cuatro pasos de La Valdiri, pero eso no viene al caso, la plebedad es innata en ricos y pobres por igual. Dicen algunos que los costeños nacemos con un manual:

Es que no todo es color de rosa en la vida y hay que aceptarlo, entonces es normal que el lenguaje se adapte a las situaciones al fin y al cabo es una herramienta que utilizamos para tratar de entendernos desde que despertamos en este espacio-tiempo. Hay cosas que no nos parecen bien y hay que desahogarse, hay otras que son muy buenas y toca exaltarlas. y está bien llamar a lo que es mierda, mierda y a todo lo demás… ya saben.

El uso de este vocablo nos brinda una manera rápida de comunicar nuestras sensaciones hacia el exterior. Es como un atajo entre el subconsciente y la mente en donde ambas partes se sienten satisfechas por haber transmitido algo muy cercano a lo que se quiso decir. Y es muy contextual, puede ser un verbo o un adjetivo dependiendo de la ocasión, por eso su gran acogida.

Sirve para cualquier cosa.

Como el uso del lenguaje no es exclusivo de nadie, es lógico que nuestra palabra sea usada por cualquier ser capaz de pronunciarla. La Región Caribe ha aportado muchas cosas importantes al país, y en cuestiones de lenguaje y literatura está de más recordar todo el acervo cultural, pero dicha expresión autóctona merecía un lugar de privilegio en el vocabulario nacional, que ya se le está empezando a dar.

Los paisas pegaron “gonorrea” en su tiempo, los rolos “pirobos”, los del valle todo “melo”, nosotros aportamos La Mondá. Son los cuatro pilares de la jerga popular actual.

Es divertido escucharla en diferentes acentos cada quién le pone su propio “swing”. No sé si alguna vez la has utilizado, pero no te pierdas la oportunidad, suele ser liberador y seamos sinceros, decir La Mondá es tan La Mondá que parece que estoy redundando, pero ni Mondá.