Abastores, un intermediario para el campo

Carlos García, cofundador de Abastores, es ingeniero industrial de formación, pero siempre ha tenido una relación muy estrecha con la agricultura por tradición familiar. Tras vivir el traspaso generacional del negocio rural centrado en el olivo, los frutos secos y los cereales, García detectó carencias y necesidades en un sector donde la tecnología escasea, la costumbre manda y el cambio se antoja difícil.

Un problema, una solución

García, junto a su socio Rubén Orihuela, decidió dar una solución a este problema, para lo que montaron un pequeño fondo de comercio. Contactaron con agricultores y empezaron a hacer gestiones para crear una referencia de precios de mercado basada en operaciones reales.

"Las lonjas daban precio cada semana, nosotros a diario". Un sistema que ha derivado en la creación de una lonja online, en la eliminación de intermediarios y en una mayor rentabilidad, de entre un 10% y un 15%, frente al sistema tradicional.

"Conseguimos flexibilizar los precios y dar información que antes era difícil de conseguir. Tenemos algunos detractores a los que no les gusta que demos precio. Nosotros combatimos esa desinformación", subraya García.

Un mercado en crecimiento

De momento están centrados en el mercado del cereal, una materia prima de calidad homogénea, en el que este año han movilizado 160.000 toneladas. El maíz supone un 30%; el 80% del volumen se destina a pienso animal y el resto a otras industrias como la harinera o la cervecera.

Con origen en Castilla-La Mancha, ya tienen operaciones en casi todo el país, con más de 200 empresas compradoras de forma recurrente y más de 5.700 agricultores activos, que acceden al servicio de forma gratuita, mientras que los compradores pagan una comisión por transacción.

"Nuestros clientes son los que van por libre y no están casados con nadie", cuenta el cofundador. De ellos, el 80% reside en pueblos de menos de 1.000 habitantes.

Tecnología para el campo

Dentro de su plataforma, Abastores ha desarrollado un sistema operativo que informa puntualmente a los agricultores a través de una aplicación sencilla y accesible.

"Estamos llevando la tecnología a un sector que ni se lo había planteado. Incluso aquellos que no tienen conocimientos técnicos ni de gestión de documentos pueden trabajar sin problema. También hemos añadido una cuenta de depósito para evitar impagos".

Planes de futuro

Entre sus proyectos está ampliar la plataforma a otros productos como el abono o los frutos secos, donde ya han hecho una incursión con almendras. Sin embargo, comenta García, esta es una materia prima muy diferente, sin homogeneidad, que necesita recorrido.

Ganadores en la primera edición de los Rural Startup Awards, han realizado dos rondas de financiación desde su fundación hace cinco años. Una en 2022 de 350.000 euros y una segunda en octubre de 2024 de 750.000 euros.

"Nuestro objetivo es crecer y para ello nos hará falta capital. Como empresa somos viables, pero para desarrollar software necesitamos fondos". Con ocho empleados, en 2023 su facturación se cifró en 300.000 euros y en 2024 en un millón.