La inteligencia artificial llega a la pesca de bajura

El centro tecnológico Azti ha desarrollado un algoritmo que permite identificar las especies pelágicas en el golfo de Bizkaia con un alto grado de precisión.

Esto permitirá a los pescadores localizar los bancos de pesca y seleccionar las especies que van a faenar, lo que se traducirá en una mayor eficiencia y sostenibilidad.

El algoritmo ha sido entrenado con datos de nueve años de estudios de la biomasa y de 164 pescas realizadas en el Cantábrico.

Los resultados de los ensayos realizados hasta ahora son “muy satisfactorios”, según Aitor Lekanda, biólogo pesquero que está llevando a cabo el proyecto.

El algoritmo se sirve de la información recopilada por equipos acústicos (ecosondas) pesqueros para localizar las principales especies pelágicas del golfo de Bizkaia, como la anchoa, la sardina y el verdel.

Esta tecnología “avanza en el desafío de determinar la composición de los bancos en situaciones de alta diversidad” en el ecosistema marino.

La aplicación de la inteligencia artificial en los registros acústicos de sónares y ecosondas será “un instrumento útil y efectivo para la mejora de la gestión pesquera”, según Azti.

Esto se debe a que conocer la composición de un área de capturas antes de lanzar las artes de pesca servirá para “reducir las capturas no deseadas”.

Los resultados del estudio dirigido por Lekanda han sido publicados por la revista ICES Journal of Marine Science.

El modelo de aprendizaje automático ha sido entrenado 100 veces en bancos de peces total y parcialmente identificados.

Las conclusiones señalan que esta herramienta ofrece un alto porcentaje de acierto para conocer si en un banco hay anchoas adultas o sardinas, por ejemplo, que en ocasiones conviven mezcladas en una misma zona.

Lekanda está aprovechando su estancia en alta mar para, además de recoger muestras para estimar la biomasa y distribución de especies pelágicas en el golfo de Bizkaia, “seguir poniendo a punto el modelo de inteligencia artificial en las ecosondas científicas, como paso previo para implementar este sistema en ecosondas comerciales en el futuro”.

Azti ya presentó a mediados de 2022 un informe a petición de la Unión Europea que sirve de guía de buenas prácticas en el uso de las nuevas tecnologías en la pesca.

En ese estudio se defiende que, entre los beneficios que podría aportar la inteligencia artificial a la pesca, se encuentran “el procesamiento de muestras biológicas, la mejora de la eficiencia energética de los buques pesqueros, además de la clasificación de las capturas por especies y tamaños”.

Mediante el análisis de datos históricos y actuales, los sistemas de inteligencia artificial aplicados a la pesca ayudan a conocer las características de los bancos y permiten seleccionar las áreas más prometedoras.

Esto conlleva una reducción del tiempo y el combustible necesarios en las operaciones de captura, lo que se traduce en una mayor eficiencia y sostenibilidad.

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