El cubo de Rubik más pequeño del mundo: Un testimonio de la innovación y la precisión
La compañía japonesa MegaHouse ha lanzado el cubo de Rubik más pequeño del mundo, un rompecabezas funcional que mide solo 0,19 pulgadas por lado, aproximadamente una milésima del tamaño del cubo de Rubik original. Este diminuto cubo está hecho de aluminio y pesa solo 0,33 gramos, por lo que incluso se necesitarían pinzas para resolverlo. A pesar de su reducido tamaño, mantiene todas las características del popular rompecabezas que ha fascinado a generaciones desde su creación.
Un récord mundial
Este nuevo cubo de Rubik en miniatura está disponible para preordenar en el sitio web del fabricante a un precio de 5.320 dólares (777.777 yenes), con entregas programadas para abril del próximo año. Cada pedido incluye una base especial que certifica que se trata del “cubo de Rubik funcional más pequeño del mundo”, título que fue confirmado por el libro Guinness de los Récords en agosto. El anuncio de este récord mundial ha generado gran expectativa entre los aficionados a los rompecabezas y coleccionistas.
El resultado de años de trabajo
La creación de este cubo de Rubik fue posible gracias a la combinación de maquinaria de alta precisión, herramientas de corte avanzadas y la dedicación de los ingenieros involucrados. Kiyokazu Saito, presidente de la empresa Iriso Precision, encargada de la fabricación, destacó en un video en la página web de MegaHouse que este logro fue el resultado de cuatro años de planificación. La producción comenzó en 2022, como parte de un esfuerzo por llevar la precisión y la innovación a nuevos límites.
Un homenaje a la habilidad humana
Este diminuto rompecabezas ha sido creado para coincidir con el 50 aniversario del cubo de Rubik original, inventado en 1974 por el profesor húngaro Ernő Rubik. A pesar de su tamaño diminuto, el cubo de MegaHouse es completamente funcional y representa un verdadero reto para quienes se atrevan a resolverlo, debido a sus diminutas dimensiones y la necesidad de herramientas para manipularlo.
Aunque su precio puede parecer elevado, este cubo de Rubik no está destinado a ser un simple juguete. Su exclusivo diseño y la certificación de ser el más pequeño del mundo lo convierten en una pieza codiciada para coleccionistas. Además, su lanzamiento celebra no solo el aniversario del cubo, sino también el impacto cultural que este rompecabezas ha tenido a lo largo de cinco décadas.