Intel se desploma en bolsa tras presentar unos resultados desastrosos
Intel, el gigante de los semiconductores, afronta momentos de gran dificultad. Las cifras que entregó el jueves para la primera mitad del año, sus poco optimistas previsiones para el futuro, los problemas en algunos de sus modelos de CPU y un plan de recorte de costes que se traducirá en el despido de 15.000 empleados son los ingredientes que están provocando que Intel viva este viernes su peor sesión en bolsa en 24 años. En la apertura de Wall Street, sus acciones caen un 27%, volatilizando con ello 33.300 millones de dólares en valor de mercado.
Las cuentas del gigante tecnológico no son buenas. Según la comunicación que Intel remitió al supervisor de los mercados estadounidenses, tuvo unas pérdidas de 2.091 millones de dólares durante la primera mitad de este año, una herida un 61,46% más profunda que los 1.295 millones de dólares que se dejó en el mismo periodo de 2023. La comparativa trimestral es aún más sangrante. Si en el segundo trimestre de 2023 Intel obtuvo unos beneficios de 1.473 millones de dólares, en el segundo trimestre de este año, ha pasado a dejarse 1.654 millones de dólares.
Competencia cada vez más feroz
La huella de las inversiones en las cuentas evidencia que Intel está luchando para no quedarse atrás frente a los otros gigantes del sector de los semiconductores, pero aun así, la competencia le está ganando la batalla. Según recoge Bloomberg, Nvidia ya más que duplica las ventas trimestrales de Intel. AMD, en su día una compañía cuestionada en este segmento, vale 100.000 millones de dólares más en bolsa y TMSC es reconocida globalmente como la reina mundial de la producción de semiconductores.
Problemas con sus productos
A todo este cúmulo de problemas, se le suma que algunos de los productos de Intel, en concreto los procesadores de 13 y 14 generación, están experimentando fallos, según informa la prensa especializada. Los usuarios sufren bloqueos y reinicios del sistema de forma inesperada.
Plan de recorte de costes
Para afrontar esta tormenta, Intel ha anunciado un plan que incluirá el despido de 15.000 personas. En la presentación de los resultados, Intel comunicó un plan para recortar costes que contempla despedir a más de 15.000 trabajadores, aproximadamente el 15% de su plantilla. Además, la empresa dejará de pagar dividendos a sus accionistas a partir del cuarto trimestre de este año, una suspensión que mantendrá al menos hasta “que los flujos de caja mejoren”. Intel había pagado dividendos de forma ininterrumpida desde el año 1992.
El futuro de Intel
Pese a los malos resultados, el CEO de Intel, Pat Gelsinger, se muestra confiado en el futuro de la empresa. En una comunicación dirigida a sus empleados, Gelsinger afirmó: “No me hago ninguna ilusión sobre que el camino que nos queda por delante será fácil de recorrer”. “Vosotros tampoco deberíais”, advirtió antes de catalogar estas medidas como “algunos de los cambios más profundos que ha vivido Intel en toda su historia”.
Gelsinger cree que Intel está terminando de pagar la factura de mantenerse competitiva en la industria y que ahora, tendrá que centrarse en arreglar sus finanzas. “Estoy convencido de que Intel está en la senda correcta en lo que a largo plazo se refiere”, afirmó Gelsinger.