La minería espacial podría ser más rentable que la terrestre en algunas décadas, según un estudio realizado por Ian Lange de la Colorado School of Mines. Se espera que la demanda de metales críticos utilizados en electrónica, energía solar y eólica, y componentes de automóviles eléctricos aumente en los próximos años. Los asteroides podrían albergar estos minerales en abundancia, y su extracción no afectaría al medio ambiente como la minería terrestre. Además, los costos de los lanzamientos espaciales han disminuido gracias a los cohetes reutilizables, lo que hace que la minería espacial sea más viable económicamente. Sin embargo, aún existen obstáculos tecnológicos y económicos que deben superarse antes de que la minería espacial se convierta en una realidad.

Empresas como AstroForge, Trans Astronautica Corporation y Karman+ se están preparando para probar su tecnología en el espacio y eventualmente aventurarse hacia los asteroides para extraer estos valiosos minerales. Según el estudio de Lange, dentro de 30 o 40 años, la producción de algunos metales en el espacio podría superar a la de la Tierra. Los asteroides metálicos contienen más de mil veces más níquel que la corteza terrestre, además de importantes concentraciones de cobalto, hierro y platino, entre otros. Sin embargo, antes de comenzar la explotación minera en el espacio, es necesario obtener más información sobre los asteroides y su composición mineral.

La minería espacial también plantea desafíos medioambientales y legales. Actualmente no existe un marco jurídico que la regule y se deben establecer regulaciones para garantizar una explotación sostenible de los recursos espaciales. A pesar de los desafíos, empresas como AstroForge, Karman+ y TransAstra están trabajando para desarrollar tecnologías que permitan una extracción eficiente de minerales en el espacio. El futuro de la minería espacial dependerá de la creciente demanda de metales críticos y de la superación de los obstáculos tecnológicos y económicos que aún existen.