La histórica red telefónica de cobre está desapareciendo

La popular y antigua red telefónica de cobre está llegando a su fin. El avance de otras tecnologías, particularmente la fibra óptica, ha desplazado a esta infraestructura que, hace solo una década, era esencial para la telefonía fija y el acceso a Internet. En consecuencia, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha decidido desregular el mercado mayorista de acceso y originación de llamadas en redes fijas, y eliminar las obligaciones a las que actualmente está sujeta Telefónica en el plazo de seis meses, según informó este lunes el organismo presidido por Cani Fernández.

Importancia simbólica

En realidad, esta liberalización tiene más importancia simbólica que económica. Cada vez hay más líneas de telefonía fija con Internet y menos hogares que contratan solo telefonía fija, lo que reduce anualmente el número de líneas de voz fija no empaquetadas con banda ancha (denominadas líneas 1P) que, a finales de 2023, representaban menos del 10 %. De hecho, muchos hogares ya no tienen un número fijo y solo usan el móvil para las comunicaciones de voz.

El auge de la fibra óptica

Desde la perspectiva de la tecnología de acceso, los operadores que prestan el servicio de telefonía fija empaquetado con Internet utilizan principalmente redes de fibra, ya sea mediante accesos propios o a través de servicios mayoristas (como NEBA local o NEBA fibra), que seguirán estando regulados con obligaciones para Telefónica.

Competencia en los servicios minoristas

Por otro lado, la CNMC ha constatado que los servicios minoristas de telefonía fija tienen condiciones relativamente competitivas. Entre 2017 y 2023, la cuota de mercado de Telefónica en términos de líneas se redujo en más de cinco puntos porcentuales (del 47% al 41,8%). Desde una perspectiva mayorista, el mercado también tiende a la competencia efectiva, ya que el abandono de las redes de cobre por parte de los operadores alternativos reduce las líneas mayoristas.

El declive de la red de cobre

La red de cobre tuvo una segunda vida gracias a la tecnología ADSL que permitía la conexión a Internet junto con la voz a través de las líneas. Sin embargo, la aparición primero del cable (HFC) y, posteriormente, de la fibra óptica, acabó definitivamente con la red telefónica tradicional. A finales de abril pasado, había 440.000 líneas ADSL activas, de las más de 10 millones registradas en 2013.

En consecuencia, las operadoras iniciaron el desmantelamiento de la red de cobre. Telefónica anunció oficialmente el cierre de toda su red de cobre en España el 19 de abril de 2024, coincidiendo con el centenario de la empresa. No obstante, la operadora mantendrá el servicio para los clientes que conserven la línea, aunque les instará a cambiar a otra tecnología. El cierre real completo de las centrales culminará el 10 de marzo de 2026 con las dos últimas, para un total de 5.615.