Microchips para asegurar la autenticidad del queso Parmigiano Reggiano

Los productores del queso Parmigiano Reggiano están implementando un nuevo sistema de seguridad para combatir las falsificaciones. Se trata de insertar un microchip en la corteza del queso, que funciona como un documento de identidad y permite rastrear todo el proceso de producción, desde su origen hasta la maduración.

El reto de las falsificaciones

El Parmigiano Reggiano es uno de los quesos más preciados y falsificados del mundo. Debido a sus estrictas normas de producción y su vínculo con su zona de origen, su precio es elevado, lo que lo convierte en un objetivo atractivo para los imitadores.

Según los productores, las ventas mundiales de queso falsificado rondan los 1.600 millones de euros al año. En Estados Unidos, la venta de productos falsificados ha superado incluso a los quesos clásicos locales.

El sistema de microchips

El nuevo sistema de microchips pretende garantizar la autenticidad del Parmigiano Reggiano y evitar las falsificaciones. El microchip, que es más pequeño que un grano de sal, se inserta en la corteza del queso y contiene información sobre su origen, producción y maduración.

Este sistema es un salto cualitativo respecto al anterior sistema de autentificación, que consistía en una placa de caseína con un código alfanumérico. Los microchips son totalmente legibles e inocuos para el consumidor.

Beneficios del sistema

El sistema de microchips ofrece varios beneficios:

Implementación del sistema

Las pruebas del sistema de microchips llevan en marcha un año y concluirán en los próximos meses. Se espera que a partir de 2024 toda la producción de Parmigiano Reggiano, cerca de cuatro millones de piezas, lleve incluido el microchip.

Otros quesos, como el Grana Padano o los quesos franceses o españoles, también podrían beneficiarse de este sistema en el futuro.