Neuralink de Elon Musk realiza primer implante cerebral en humano

En un hito sin precedentes para la neurociencia y la tecnología, la empresa Neuralink, liderada por el magnate Elon Musk, ha logrado instalar su primer implante cerebral en un ser humano. Se trata de un avance significativo que podría revolucionar la manera en que las personas con parálisis interactúan con el mundo. Este acontecimiento ha tenido lugar después de que, en septiembre, Neuralink anunciara sus planes de llevar a cabo las primeras pruebas clínicas en humanos, destacando que los candidatos elegibles serían aquellos con cuadriplejia debido a una lesión en la médula espinal cervical o con esclerosis lateral amiotrófica (ALS).

Según informa la compañía, las pruebas iniciales han demostrado una prometedora detección de picos neuronales, señal de que el implante podría estar funcionando según lo previsto. Este acontecimiento marca el comienzo de la PRIME Trial ('Precise Robotically Implanted Brain-Computer Interface'), una prueba clínica innovadora bajo una exención de dispositivo investigacional (IDE) aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) en mayo del año pasado.

La finalidad del implante, conocido como N1, y del robot quirúrgico, R1, es evaluar la seguridad y funcionamiento inicial del interfaz cerebro-computadora (BCI) de Neuralink. La aspiración es permitir que las personas paralizadas puedan controlar dispositivos externos solamente con sus pensamientos, como mover un cursor o utilizar un teclado sin necesidad de contacto físico.

Este primer implante de Neuralink marca un punto de cambio en la investigación médica, abriendo la puerta a nuevas posibilidades para el tratamiento y mejora de la calidad de vida de personas con ciertas discapacidades motrices. Sin embargo, aún es prematuro predecir todos los alcances y resultados de ésta y futuras pruebas clínicas, así como el impacto que podría tener este dispositivo en la sociedad y los dilemas éticos que podrían surgir.