Fabricantes de autos eléctricos acusados de violar derechos humanos en su cadena de suministro
Un reciente informe de Amnistía Internacional denuncia preocupantes fallas en la gestión de riesgos laborales y derechos humanos en la cadena de suministro de los fabricantes de automóviles eléctricos.
La investigación, titulada "Recharge for Rights", examina a 13 fabricantes y otorga puntuaciones en una escala de 90 puntos. Mercedes-Benz encabeza la lista con 51 puntos, mientras que BYD ocupa el último lugar con solo 11. Tesla se sitúa en el segundo puesto con 49 puntos.
El informe destaca la falta de claridad en el origen de materiales esenciales como el cobalto, el litio y el níquel, lo que plantea riesgos de explotación laboral. El cobalto, en particular, se produce principalmente en la República Democrática del Congo, donde se han documentado condiciones precarias, incluido el trabajo infantil.
Normativas exigen prácticas éticas
Normativas recientes en Europa, Estados Unidos y Japón exigen que las empresas garanticen prácticas laborales sostenibles y éticas en toda su cadena de suministro. Los incumplimientos pueden acarrear sanciones de hasta el 5% de los ingresos globales.
El informe concluye que la industria de los vehículos eléctricos enfrenta un dilema: avanzar hacia modelos sostenibles sin comprometer los derechos humanos. Los consumidores también juegan un papel crucial al elegir marcas comprometidas con la justicia social.
Este desafío dual implica avanzar hacia un futuro más verde mientras se garantiza que el progreso no se logre a expensas de la dignidad humana.