Cinco platos sencillos y rápidos para los días en que no tienes tiempo
Cuando las jornadas se tornan caóticas, encontrar el tiempo y la energía para preparar una comida puede parecer una misión imposible. Sin embargo, no es necesario recurrir siempre a la comida rápida o procesada. Existen opciones rápidas, saludables y deliciosas que puedes preparar con pocos ingredientes.
Tacos de pollo desmenuzado con guacamole
En menos de 20 minutos, puedes disfrutar de un plato sabroso y nutritivo. Utiliza pollo rostizado desmenuzado (disponible en la mayoría de los supermercados) y calienta unas tortillas de maíz o harina. Acompáñalo con un guacamole sencillo elaborado con aguacate, limón, sal y un toque de chile. Añade un poco de salsa y listo: un plato que combina rapidez con mucho sabor.
Omelette de verduras variadas
El huevo es el rey de las comidas rápidas, y una tortilla lo demuestra. Solo necesitas batir dos o tres huevos, añadir un toque de sal y pimienta y cocinarlo en una sartén con un poco de aceite. Antes de doblarlo, añade las verduras que tengas en casa, como espinacas, champiñones, tomates o pimientos. Este plato es versátil y está lleno de proteínas.
Ensalada César con pollo
Las ensaladas no tienen por qué ser aburridas ni complicadas. Compra una mezcla de lechugas frescas y acompáñala con tiras de pollo a la parrilla (puedes utilizar el mismo pollo rostizado del plato anterior). Añade crutones, queso parmesano y aderezo César. Este plato se prepara en minutos y es ideal para comer algo ligero pero satisfactorio.
Pasta al ajo con aceite de oliva (Aglio e Olio)
Esta receta italiana clásica es tan rápida como elegante. Mientras hierve la pasta (espaguetis o cualquier tipo que tengas), calienta una sartén con aceite de oliva y sofríe ajo finamente picado hasta que esté dorado. Escurre la pasta y mézclala con el aceite y el ajo. Sazona con sal, pimienta y perejil fresco. Si lo deseas, añade un poco de queso rallado para darle un toque extra.
Quesadillas gourmet de queso y espinacas
Las quesadillas son la opción más sencilla, pero puedes elevarlas añadiendo ingredientes frescos. Utiliza tortillas de maíz o harina, rellénalas con queso rallado y un puñado de espinacas frescas. Cocínalas en una sartén hasta que el queso se derrita. Sirve con una salsa casera de tomate y disfruta de este plato que combina rapidez y sabor.
Cuando el tiempo apremia, no tienes que sacrificar el sabor ni la calidad de tus comidas. Estas opciones demuestran que, con ingredientes básicos y un poco de creatividad, puedes resolver cualquier comida del día en menos de 30 minutos.