Ábalos planeaba reunirse con Delcy Rodríguez en su oficina
El informe de la UCO revela que el exministro mintió a Sánchez sobre los motivos del viaje de la vicepresidenta venezolana
El último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el caso Koldo revela una versión muy distinta de la que el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ofreció en su momento sobre el viaje a España, en enero de 2020, de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.
El documento, de 233 páginas al que ha tenido acceso EL PAÍS, incorpora mensajes que señalan a Víctor Aldama, una de las piezas clave de la trama corrupta, como la persona que “orquestó” el viaje de la política venezolana, con la que mantenía una relación que los agentes califican de “estrecha”.
Pese a que Rodríguez tenía prohibida su entrada en España por un acuerdo del Consejo de la Unión Europea, Aldama preparó para ella una agenda de cuatro días (del domingo 19 al miércoles 22 de enero) en Madrid que incluía varios encuentros con empresarios españoles y una reunión con Ábalos en el despacho de este.
El cruce de mensajes deja también constancia de que Ábalos informó brevemente de la visita al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero le mintió sobre las razones del viaje.
La UCO duda de la veracidad de la información que le transmite Ábalos porque no consta, según los agentes, que la empresa Duro Felguera haya cobrado ninguna deuda de Venezuela. Ábalos reenvía un pantallazo de la conversación a Koldo García, su asesor y cabecilla de la trama, que le contesta: “Cuanto [sic] te quiero”. “Ya ves, no me ha dicho nada el presidente, pero por lo menos no me pone pegas”, añade el entonces ministro.
Fuentes de La Moncloa niegan que el presidente autorizara la visita y señalan que, cuando el Gobierno se dio cuenta de que hay un acuerdo europeo que prohíbe la entrada de Rodríguez en la UE, el viaje se canceló. El Gobierno está tranquilo tras las informaciones difundidas este jueves, señalan estas fuentes, que recalcan que se actuó con contundencia contra Ábalos cuando surgieron las primeras sospechas sobre su actuación, informa José Marcos.
Rodríguez viajó a España el día previsto, pero no salió del aeropuerto de Barajas, hasta donde se desplazó el entonces ministro de Transportes, supuestamente, para pedirle que abandonara el país. Ese encuentro del ministro con Rodríguez levantó una tormenta política y llegó a los tribunales, aunque el Supremo acabó archivando el caso al concluir que incumplir los acuerdos europeos no es un delito. Fuentes de La Moncloa explican que el avión solo aterrizó en España para hacer escala porque la tripulación tenía que descansar.
El informe de la UCO recoge una conversación de los días posteriores a que el viaje saliera a la luz entre la vicepresidenta venezolana y Aldama. Este último, tras la pregunta de cómo se encontraba Ábalos, responde: “Bueno, hoy no es su mejor día porque ayer de madrugada tuvo unas palabras muy duras con ‘el 1′ y todo salió bien, pero el miércoles que viene se bota [sic] en el Congreso su dimisión”. El informe de la Guardia Civil precisa que “el 1″ es cómo Aldama se refería al presidente del Gobierno.
El informe recoge también imágenes de la agenda que preparó Aldama para Rodríguez. El plan pasaba por que la política venezolana fuera acompañada de “policía y escolta” a la sala de autoridades del aeropuerto. “Recogida y llegada al lugar”, se lee. Entre las reuniones programadas para la vicepresidenta venezolana, varias de ellas con empresarios con alguna vinculación con la trama, hay también una con “el jefe”, como Koldo y Aldama se referían a Ábalos. El encuentro estaba previsto el lunes 20 de enero en el despacho del entonces ministro.
La UCO sospecha que el primer interesado por el viaje de Rodríguez a España era Aldama, al que los agentes atribuyen en Venezuela contactos “al más alto nivel político, empresarial y social”. “Aldama asumiría labores de intermediación en el ámbito internacional. Por ejemplo, este sería el caso de Globalia ante el Gobierno venezolano”, señala la Guardia Civil en referencia a una deuda de “200 millones de dólares” que la empresa tenía que cobrar de aquel país. Los agentes advierten de que las conversaciones entre la política y el implicado en la trama corrupta tratan asuntos “de gran sensibilidad para ambos interlocutores”, entre los que los agentes destacan “temas ligados a la compraventa de oro venezolano”.