Santiago Abascal ataca por primera vez el velo islámico y se suma a la estrategia de Aliança Catalana
El uso del velo se convierte en una nueva arma electoral para la ultraderecha en campaña, que se une al discurso xenófobo y contrario a la inmigración.
Santiago Abascal, líder de Vox, se suma a la estrategia de la ultraderecha catalana y arremete contra el uso del velo islámico en España. En un acto celebrado en Tarragona el pasado domingo, Abascal afirmó que "no vamos a permitir la importación de ninguna cultura que denigre a la mujer" y que aquellos que quieran vivir en España deberán respetar las leyes, la cultura y a las mujeres españolas.
Esta es la primera vez que Abascal se pronuncia públicamente contra el velo islámico, una prenda que llevan algunas mujeres musulmanas por motivos religiosos. Hasta ahora, el líder de Vox se había mantenido al margen de este debate, a diferencia de sus homólogos franceses, que tienen una concepción laica del Estado y la escuela.
El cambio de postura de Abascal se produce en un momento en el que Vox está compitiendo electoralmente con Aliança Catalana, un partido de ultraderecha que se ha hecho eco del discurso xenófobo y contrario a la inmigración. Aliança Catalana, liderada por Silvia Orriols, considera el velo islámico como una "vejación para la mujer" y ha llegado a censurar el cartel de la fiesta mayor de Ripoll (Girona) por incluir el dibujo de una niña con velo.
La estrategia de la ultraderecha española de atacar el uso del velo islámico se suma a su discurso xenófobo y contrario a la inmigración. Vox ha hecho de la "entrada masiva e invasiva de inmigrantes" una de sus principales señas de identidad y defiende la "prioridad nacional" a la hora de acceder a ayudas públicas.
Este discurso está calando en una parte de la población española, que ve con preocupación la llegada masiva de inmigrantes y el aumento de la diversidad cultural. Sin embargo, los expertos advierten de que este discurso puede tener consecuencias negativas para la convivencia social y la integración de los inmigrantes.
En las próximas elecciones autonómicas del 12 de mayo, Vox espera obtener buenos resultados en Cataluña, donde se presenta por primera vez. Sin embargo, el partido sabe que tendrá que competir con Aliança Catalana, que tiene una base electoral similar.
La disputa entre ambos partidos puede provocar una fragmentación del voto de la ultraderecha y beneficiar a otros partidos, como el PP o Ciudadanos.