El conflicto entre Israel y Hezbolá podría desatar una guerra regional en Medio Oriente
La tensión entre Israel y el movimiento libanés Hezbolá continúa aumentando, y Estados Unidos ha advertido que podría desencadenar una guerra regional en Medio Oriente. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, se reunió con su homólogo israelí, Yoav Gallant, en el Pentágono, donde abogó por una solución "diplomática". "Otra guerra entre Israel y Hezbolá podría convertirse fácilmente en una guerra regional, con terribles consecuencias para Medio Oriente", declaró Austin. "Estamos colaborando estrechamente para lograr un acuerdo, pero también debemos prepararnos para todos los escenarios posibles", dijo Gallant.
El ejército israelí declaró la semana pasada que los planes para una ofensiva en Líbano estaban "aprobados y validados", pero el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden intenta evitar otro gran conflicto en Medio Oriente. En Beirut, la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, advirtió que un "error de cálculo" podría desencadenar una guerra total entre Israel y Hezbolá, y pidió "extrema moderación".
Llamado a la cautela
Por su parte, Canadá hizo un llamado a sus ciudadanos a salir del Líbano "mientras puedan" y haya aún vuelos comerciales, ante el riesgo de una escalada militar.
Antecedentes de tensión
La guerra en Gaza entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás ha incrementado las tensiones en toda la región. Los tiroteos entre las fuerzas israelíes y el movimiento Hezbolá, apoyado por Irán y aliado de Hamás, son casi diarios.
La guerra de Gaza más sangrienta de la historia comenzó con el ataque de Hamás el 7 de octubre contra Israel, que dejó 1.195 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes. La ofensiva en represalia de Israel ha causado la muerte de al menos 37.658 personas, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), advirtió que "que cada día 10 niños pierden una o dos piernas en promedio", declaró a la prensa. La cifra "no incluye los brazos y las manos, y tenemos muchos más" de estos, agregó citando datos de la agencia de la ONU.